Por: Redacción

En la inauguración del , la senadora panista Mariana Gómez del Campo Gurza destacó la necesidad de reafirmar el compromiso global con la urbanización sostenible.

Hizo notar que en la región existen enormes retos y desafíos que enfrentar y “solamente lo vamos a lograr si tenemos una posición unificada entre todos los que participamos de manera activa”.

La legisladora por el Distrito Federal destacó que, según un informe de la Cepal, 23 ciudades latinoamericanas se encontraban en la lista de las 300 ciudades más grandes del mundo, con un total de 150 millones de habitantes, es decir, el 25 por ciento de la población total de la región, que suman un PIB de 29 mil millones de dólares.

“En nuestra región,  hemos dado pasos muy importantes, pero hay que recordar también que el 22 por ciento de la población urbana vive en áreas marginales, lo cual sigue siendo alto, pero significa una reducción del 15 por ciento respecto a cifras de principios de la década de los 90”, expuso.

Señaló que el porcentaje de vivienda propia en América Latina es alto y se ubica por encima del 75 por ciento en países como Argentina, Brasil y México; sin embargo, el 21 por ciento de las viviendas aún carece de electricidad e instalaciones sanitarias, el 12 por ciento son de materiales de construcción inadecuados, mientras que el 6 por ciento tiene piso de tierra o condiciones de hacinamiento, que suelen ser nocivos para la salud.

Gómez del Campo Gurza lamentó que en las 59 zonas metropolitanas de nuestro país hay ejemplos desastrosos de que se ha crecido de manera desordenada.

“Y muchas veces por la corrupción seguimos creciendo de manera desordenada y no tenemos ni los servicios básicos para ofrecerle a la gente que va a habitar estas viviendas”, sostuvo.

Por ello, señaló, el Foro de Parlamentarios se va a centrar en la puesta en marcha de un programa urbano acorde con los nuevos retos que enfrenta la humanidad en la materia.

“Éste va a ser un gran espacio para que entre todos los parlamentarios podamos evaluar los logros en materia de desarrollo y combate a la pobreza alcanzados por los países, va a permitir identificar y abordar los desafíos a los que nos enfrentamos como comunidad internacional”, dijo.

Indicó que se requiere partir de la premisa de que el desarrollo no es un tema de competencia exclusivamente gubernamental, sino que es tarea de la sociedad civil, “y esto va a incentivar a la sociedad civil a que participe junto con parlamentarios, académicos, iniciativa privada, organizaciones internacionales e intergubernamentales”.

Por su parte, el senador panista Francisco Búrquez Valenzuela estimó necesario crear un nuevo modelo urbano para las ciudades del siglo XXI.

Aseveró que no se trata de parchar un modelo urbano que en el mundo ha probado una y otra vez desde hace décadas que estuvo equivocado.

“El modelo para el sigo XXI debe ser un modelo que se adapte a los ciudadanos, que les permita a través de la manifestación de sus gustos y preferencias decidir lo que más les conviene; debe ser un modelo que reconozca adicionalmente la gran diversidad humana, un modelo definitivamente no del siglo XX como eran los modelos que masificaba y uniformaba a toda la gente como si fueran iguales, sino un modelo diverso que se adapte a cada persona”, expuso.

El legislador por Sonora manifestó que el gobierno debe centrarse no en controlar lo que hacen los ciudadanos, sino que debe pensar y diseñar el espacio público.

Nunca en la historia, enfatizó, habíamos tenido tantas regulaciones urbanas, expertos y políticos participando y tanto financiamiento social hipotecario y nunca había estado tan mal el desarrollo urbano.

Destacó que también está la tragedia de que más de la mitad de los nuevos hogares mexicanos se ven expulsados a la marginalidad y al desarrollo ilegal.

“Se van a ese mercado negro que atiende a los que no tienen opciones dentro de la oferta formal de vivienda y que es más grande que el mercado negro de la droga, por exceso de regulaciones. ¿Qué papel jugará el gobierno y qué le tocará a los ciudadanos? Ésas son las grandes discusiones que tenemos hoy aquí para ir resolviendo”, puntualizó.

Explicó que gran parte de las aportaciones de los vecinos para el mantenimiento del espacio público, del predial, se va a la licuadora, a la bolsa común y al gasto corriente, y nuestra infraestructura humana decreciendo, y la confianza y la credibilidad y la disposición para aportar recursos para hacer del espacio público de la infraestructura humana un sistema de autofinanciamiento se ha perdido.