Al inaugurar dos cuartos limpios clase 100 en el Centro de Nanociencias y Micro y Nanotecnologías (CNMN), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) brindará un servicio a la comunidad científica y académica de los sectores público y privado del país para el diseño, fabricación e integración de microdispositivos, hasta ahora ausentes en la oferta de productos nacionales e inalcanzables con tecnologías convencionales.

Esta nueva infraestructura, que complementa los laboratorios nacionales de Micro y Nanotecnologías, Multidisciplinario de Caracterización de Nanoestructuras y Materiales, así como de Conversión y Almacenamiento de Energía, permite al Politécnico contar con las instalaciones de este tipo más grandes de América Latina.

Al encabezar la apertura de las salas limpias, el Director General del IPN, Enrique Fernández Fassnacht, aseveró que las nanociencias y las nanotecnologías deben ser áreas prioritarias en México porque permiten avanzar notablemente en temas de salud, nuevos materiales, biotecnología y conductores, entre otros.

Dijo que estas instalaciones contribuirán a fortalecer las capacidades científicas del Instituto y de México en el desarrollo de dispositivos como MEMS, sistemas microfluídicos, sensores químicos, biológicos y de presión.

“Los cuartos limpios estarán abiertos a todos los científicos y tecnólogos de México que lo requieran. Esa es la más importante vocación politécnica, poner al servicio de la nación nuestras capacidades educativas, científicas y tecnológicas”, añadió.

Fernández Fassnacht mencionó que la investigación requiere de cooperación, complementariedad interdisciplinaria y movilidad, razón por la cual es fundamental propiciar la vinculación.

El Titular del IPN subrayó que México debe apostar por la producción de conocimientos, su aplicabilidad y la transferencia de tecnología que ayuden a la resolución de problemas y a la construcción de alternativas viables para el bienestar nacional.

“Los retos científicos y tecnológicos en un mundo globalizado son enormes, si se quiere ser competitivo hay que ser capaces de alinear bien las prioridades y actuar en consecuencia”, concluyó.

Previamente, el director del CNMN, Jorge Roberto Vargas García, explicó que los cuartos limpios tienen un área de trabajo de 220 metros cuadrados y son clase 100, lo que implica un máximo de 100 partículas de tamaño mayor o igual a 0.1 micrómetros en un volumen de un pie cúbico.

El directivo destacó que el desempeño que tienen en servicio los microdispositivos depende fundamentalmente de que las operaciones de microfabricación, de microlitografía, crecimiento de películas delgadas, ataque químico, dopaje e integración de los dispositivos se realicen en cuartos limpios donde los parámetros ambientales son estrictamente controlados, entre ellos, partículas suspendidas en el aire, temperatura, presión, humedad, flujo de aire e iluminación.

Indicó que se trata de un proyecto complejo y costoso que demanda atención, no sólo en la operación y mantenimiento del equipo mayor instalado en su interior, sino también en los sistemas complejos de seguridad para el manejo de gases, control de incendios, acceso y uso, así como control y procesamiento de residuos.