Por: Redacción

La articulación de los Sistemas Nacionales de Transparencia, de Anticorrupción y de Fiscalización configurará un medio de control del poder público, a partir de pesos y contrapesos, que permitirán combatir el fenómeno de la corrupción desde sus distintas dimensiones, afirmó la comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Areli Cano Guadiana.

“Las instituciones que intervenimos en esta conformación sistémica tendremos que desarrollar nuestras labores siempre basadas en la vigencia del Estado de derecho, con una orientación innovadora, que tome en cuenta, precisamente, la estrecha vinculación que tiene el combate a la corrupción con la lucha contra la desigualdad, así como con la garantía de los derechos de las personas y con las oportunidades de progreso del país”, subrayó.

Al participar, junto al comisionado Oscar Guerra Ford, en la inauguración del Seminario Internacional 2016. Desigualdad y Corrupción. El Estado bajo captura, coordinado por la Red por la Rendición de Cuentas (RRC), Cano Guadiana reconoció que a pesar de las distintas acciones emprendidas para combatir el problema de la corrupción a lo largo del tiempo, no se ha logrado el objetivo de erradicarlo.

“En paralelo, las instituciones y mecanismos diseñados para combatir la corrupción no han sido eficaces, ya que sus esfuerzos y recursos se han diluido en un océano de complicidades, omisiones y marcos legales poco aptos para dicha tarea, lo que ha resultado en un clima social de apatía y desconfianza hacia la actuación gubernamental, generando su descrédito”, planteó.

La comisionada del INAI aseguró que ese diagnóstico propició que el Estado mexicano diseñara instituciones capaces de atender las causas y manifestaciones más diversas e intrincadas, lo que se concretó en la conformación sistémica mandatada por el Constituyente Permanente, por medio de transformaciones jurídicas trascendentes, que concluyeron en la instauración de los Sistemas Nacionales de Transparencia, de Anticorrupción y de Fiscalización.

A su vez, Lourdes Morales Canales, coordinadora de la Red por la Rendición de Cuentas, reconoció que el Sistema Nacional Anticorrupción es una de las más importantes reformas de la actual administración y que el principal desafío es el nombramiento de quienes encabezarán las instituciones que lo conforman.

“Convoco a las organizaciones sociales y a las instituciones académicas a que sean responsables, no actúen como los partidos políticos; necesitamos ahí a los mejores ciudadanos, a personas que tengan el perfil y la trayectoria para generar los contrapesos suficientes en el Sistema, para proponer una política nacional anticorrupción viable y para articular con el resto de la sociedad”, destacó.

Por su parte, el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, destacó la importancia de que en este Seminario toque el tema de las prácticas irregulares en el incremento de la desigualdad y la marginación.

“Cuando existen condiciones de corrupción e impunidad, los sectores menos protegidos quedan a merced de quienes pretenden obtener ventajas de su posición dominante si no existe un desarrollo institucional adecuado a favor de la prevalencia del Estado de Derecho, el desequilibrio social se perpetua”, indicó.

El director del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), Sergio López Ayllón, manifestó que erradicar a la corrupción de las prácticas de nuestro país a través del Sistema Nacional Anticorrupción es un esfuerzo que requerirá de energía e inteligencia colectiva.

“Vamos a tener que vencer importantes inercias institucionales y sobre todo tenemos que seguir transmitiendo la idea de que el Sistema es una construcción de largo plazo, tenemos que bajar la expectativa en el sentido de que va a tener resultados inmediatos, y tenemos que asegurar que se construyan las bases institucionales, incluyendo los indicadores y metodologías para evaluar el desempeño de las diferentes instituciones involucradas”, advirtió.

A nombre de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el director Francisco Valdés, opinó que la ‘captura del Estado’ es uno de los problemas que afectan la posibilidad de construir sociedades democráticas y civilizadas.

“La captura del Estado no sólo conduce a la desigualdad y lo hace a través de un mecanismo que es la destrucción del lugar común que representa lo público, es hacer que el ámbito de lo público especialmente en lo que constituyen sus recursos materiales para la construcción social y estatal desaparezca en manos privadas y queden ocultos detrás de muros, de paredes, de mentiras, de encubrimientos”, sostuvo.

El representante de la fundación Friedrich Ebert Stiftung, Hans Mathieu, añadió que la corrupción, impunidad y crimen organizado contribuyen a la desigualdad porque su efecto es un flujo de recursos hacia arriba, en lugar de hacia abajo.

“La tarea está en socializar el Estado en los dos sentidos de la palabra, es decir, socializar a nuevas élites y socializar estas élites para que no sean más corruptos y el otro sentido, es que el Estado se transforma en algo que es de los ciudadanos y no más para robar y extorsionar a los ciudadanos”, expresó. El director de Programas de Oxfam México, Alfredo González Reyes, proporcionó cifras sobre las desigualdades entre las familias que concentran la riqueza y aquellos que están fuera de ese círculo.

“La corrupción puede adoptar muchas formas y si bien, todos los actos de corrupción representan potencialmente pérdidas en bienestar social, no todos ellos abonan en la misma medida en la reproducción de la desigualdad extrema, la ‘captura del Estado sí lo hace, y lo hace mucho, cualquier persona pueda aceptar u ofrecer una ‘mordida’, pero no cualquiera puede evadir millones en impuestos por medio de paraísos fiscales”, expuso.

El comisionado del Instituto de Acceso la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (Infodf), David Mondragón, indicó que el reto ‘mayúsculo’ está la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción.

“La corrupción daña la legitimidad del Estado y la confianza de la sociedad en sus gobiernos, la corrupción es uno de los problemas históricos más graves y perjudiciales de nuestro, la corrupción ha mermado los esfuerzos para combatir la pobreza y la desigualdad, ha disminuido la eficacia para fomentar el crecimiento económico, ha obstaculizado inversiones productivas del País y ha sido una causas de la propagación del narcotráfico y de la crisis de Seguridad Pública que vive México y mucho otros males sociales”, calificó.

En la organización del evento participaron también el INAI, la ASF, el Infodf, el CIDE, Flacso México, la organización Oxfam México y la fundación Friedrich Ebert México.