Por: Redacción/

El rango de edad de la comunidad de la UNAM que se ha atendido para detectar posibles casos de COVID-19, va de los 15 a los 72 años, con diferente calidad de salud, pero la prioridad son universitarios en estancias hospitalarias, en contacto con pacientes infectados, o con morbilidades como obesidad, diabetes hipertensión, baja saturación de oxígeno y temperatura, informó Yolanda López Vidal, coordinadora del Programa de Diagnóstico SARS-CoV-2, de la UNAM.

A los pacientes positivos se les indica llamar al teléfono 800 0044 800, para que sean dirigidos a la clínica u hospital que les corresponde, detalló la especialista en “La UNAM responde”, programa transmitido por TV UNAM.

Los casos negativos, y quienes no se han realizado la prueba diagnóstica, deben quedarse en casa, mantener su distancia, hacer ejercicio, y en caso de sentir angustia, buscar atención psicológica, recomendó.

Síntomas

López Vidal expuso que la sintomatología del SARS-CoV-2 se presenta en las vías respiratorias superiores; además de estornudos, hay fiebre, disminución de la saturación de oxígeno y, en algunas ocasiones, diarrea. En los más de 200 cuestionarios que han aplicado en la clínica de la Ciudad de México, no se ha registrado pérdida del olfato, “por lo que no es una característica generalizada para posibles pacientes con coronavirus”.

Asimismo, señaló que el comportamiento que se ha tenido a nivel mundial y el número de muestras que se han realizado para detectar esta infección, apenas es la punta del iceberg de lo que podría ser un problema generalizado. “Es muy probable que se incremente tanto el número de casos como de defunciones”.

Respecto a la investigación científica que se hace para conocer el comportamiento del virus y encontrar un tratamiento específico, subrayó que es extensa y relevante: va desde el diseño de pruebas rápidas con mayor sensibilidad y especificidad, la experiencia de colegas en el desarrollo de vacunas, el conocimiento de la secuenciación genómica de diferentes virus que se han identificado en estos días, hasta la caracterización de la respuesta inmune.

Resaltó que en todas y cada una de las disciplinas hay propuestas ingeniosas, que conllevan mucho conocimiento; sin embargo, se requiere de mayor experiencia interna y externa para lograr mejores estrategias.

“Tenemos vínculos con el sector salud, que contemplan el apoyo entre colegas para resolver problemas técnicos esenciales, y compartir experiencias y dificultades que enfrentamos a lo largo de la pandemia”, resaltó.

De acuerdo con la también integrante del Programa de Inmunología Molecular Microbiana de la Facultad de Medicina, esta pandemia reafirmó la importancia de lavarse las manos frecuentemente, de utilizar el cubrebocas de manera adecuada y mantener la limpieza cotidiana en los hogares.

“El coronavirus es distinto, su morbilidad y mortalidad es mayor, pero esta situación nos ha dado más conocimiento y comunicación, y la oportunidad de estrechar vínculos, realizar trabajo conjunto, aprender a comunicarnos eficientemente y en todos los ámbitos. Es un aprendizaje continuo y eso es lo valioso, hacer un trabajo en equipo para lograr resolver los problemas de la mejor manera”.

Finalmente, recordó que además de la clínica de la UNAM en la Ciudad de México, se implementó una en el estado de Morelos.