Por Rafael García

A mediodía la reabrieron las puertas del diario La Jornada, luego de cinco días en que en el inmueble se colocaron las banderas de huelga, aunque el rotativo se siguió editando y no se detuvieron las actividades ya que la Junta Local de Conciliación y Arbitraje tuvo que dirimir quién tenía la razón, la empresa por un laudo ganado, o el derecho de huelga que argumentaba el Sindicato Único de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor).

Después de que la noche del domingo, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), calificara como ‘ilícita e inexistente’ la huelga del Sitrajor, todos los trabajadores  del diario tuvieron retornaron a sus actividades .

El día de ayer, el periódico, mediante su edición en línea, reveló que la huelga que la Sitrajor instaló en las inmediaciones del diario, en Avenida Cuauhtémoc, carecía en su totalidad de ‘legitimación’ y debido a la falta de bases en el proceso y a que no se abandonaron las instalaciones por completo, ya que un inspector dio fe a que editores y periodistas continuaban labores, se tomó dicha decisión.

Pese a que los trabajadores pugnaban, entre otras cosas, ajuste salarial, la JLCA alegó que el movimiento que comenzó el pasado viernes y concluyó el día de hoy, no tiene un ‘objeto’ preciso.

Además, el proceso en que aconteció la huelga era ilícito. Otro fundamento radicó en que la Sitrajor no convocó a una asamblea extraordinaria, en la cual se tenían que llevar lícitamente la procesales.

La violencia que la Sitrajor impuso ante trabajadores de la Jornada, fue otra de las razones por las cuales la huelga se alejó de todo proceso legal.

El conflicto que lleva más de siete meses aún no ha concluido ya que el laudo se encuentra sujeto a las consideraciones de un juez laboral, ya que tanto el Sitrajor como la empresa que edita La Jornada impugnaron su resultado.