Por: Redacción

Como una necesidad considerada urgencia nacional, el pasado 3 de marzo se realizó un trasplante de hígado a un menor de 14 años con diagnóstico de hepatitis fulminante, quien requería este procedimiento para no morir, informó el jefe del Departamento de Trasplantes del Hospital Infantil de México, “Federico Gómez”, Gustavo Varela Fascinetto.

En conferencia de prensa, explicó que la atención para un trasplante de urgencia nacional o Código Cero inicia cuando el médico diagnóstica un padecimiento que ha afectado gravemente al órgano del paciente, donde la expectativa de vida es menor a siete días. En cuanto se tiene el primer hígado disponible se lleva a cabo la intervención.

Varela Fascinetto señaló que en el caso del adolescente José Eduardo Sotelo Morales, el Centro Nacional de Trasplantes activó de manera inmediata el Código Cero para que el primer hígado que surgiera de un donante cadavérico se le trasplantara.

El jefe del Departamento de Trasplantes señaló que para que el hígado sea trasplantado como urgencia nacional debe presentar tres características esenciales: hepatitis fulminante, que el órgano no funcione después de ser trasplantado y que se presente trombosis de la arteria hepática.

Desde que inició el Programa de Trasplante de Hígado Pediátrico, en 1998, el Hospital Infantil de México ha realizado 117 intervenciones de este órgano en 115 pacientes, de los cuales 14 han sido considerados como una urgencia nacional. A la fecha, en este nosocomio es la estrategia más exitosa del país, con una sobrevida superior al 90 por ciento.

La hepatitis fulminante es cuando un paciente enferma de manera súbita por algún virus o problema autoinmune y su hígado se necrosa en pocos días y cae en encefalopatía, es decir, el órgano no trabaja de manera adecuada.

Por su parte, el jefe de Servicio de Trasplantes, José Alejandro Hernández, explicó que los niños trasplantados deben tomar medicamentos de por vida, acudir a sus citas de revisión y realizarse estudios de laboratorio permanentes.

El HIM realizó con éxito el primer trasplante de donante vivo en México. Al ser un procedimiento de alto riesgo se considera la más grande e importante del país por tratarse de población pediátrica.

Durante la conferencia de prensa se presentó el testimonio del paciente de 14 años de edad, José Eduardo Sotelo Morales, quien el 25 de febrero pasado llegó al hospital de manera urgente con fuertes dolores abdominales, vómito y alucinaciones. Tras la evaluación médica, fue intervenido quirúrgicamente el 3 de marzo. En la actualidad, comentó que luego del trasplante lleva una vida normal, hace ejercicio, estudia segundo año de secundaria y ha mejorado su salud.