Por Meztli Islas

El Presidente del Senado de la República, senador Roberto Gil Zuarth, impulsó la creación de una alternativa regulatoria para la marihuana que reduzca el mercado negro y los daños sociales que provoca.

En el marco del Quinto Foro del Debate Nacional sobre el uso de la marihuana, el senador argumentó que “construir una alternativa regulatoria para la marihuana no es sinónimo de una legalización indiscriminada de las drogas”.

Aseguró que tanto en las Audiencias Públicas realizadas en el Congreso de la Unión como en los foros convocados por el Gobierno Federal para analizar el tema, nadie ha planteado que se pueda adquirir marihuana en una tienda o crear una industria rentable con publicidad, para empresas o agentes económicos.

“Buscamos simplemente que el mercado negro sea más pequeño y menos dañino para la sociedad. Que ningún consumidor pase sus días entre las rejas. Que un enfermo pueda beneficiarse de un remedio médico terapéutico y que los no consumidores dejemos de pagar las consecuencias económicas y sociales que generan los consumidores; porque la política prohibicionista es, a fin de cuentas, una forma de transferir el costo del consumo a los no consumidores”.

Explicó que con los impuestos de todos los mexicanos sostenemos un enorme aparato estatal para perseguir comerciantes y consumidores y se utilizan policías, ministerios públicos, jueces, y prisiones para evitar por la fuerza que no consuman. Los riesgos, dijo el senador, son: violencia, organizaciones criminales que gravitan en torno al mercado negro que se crea, precisamente, por el consumo prohibido.

“Ese dinero estará mejor invertido en informar a los jóvenes, alentar la responsabilidad individual en encontrar alternativas para que cada uno pueda dejar voluntariamente un determinado hábito de consumo. El dinero estará mejor invertido persiguiendo el secuestro, el robo, la extorsión o la trata de personas”, argumentó Gil Zuarth.

El senador reconoció que la pluralidad se ha expresado en ideas y propuestas para la regulación de la hierba, ya que hay iniciativas para permitir la importación de medicamentos, aumentar los gramajes de portación, hasta un modelo integral de regulación que sustituya el mercado negro por un sistema de suministro bajo control público, bajo control del Estado, lo que significa la comprensión de que el problema se está moviendo hacia otros enfoques.

Por eso, dijo, no podemos conformarnos con memorias o conclusiones, tenemos que decidir, hacer política para cambiar lo que no funciona, para resolver lo que está provocando males mayores.

“La política prohibicionista ha generado un jugoso mercado negro en manos del crimen organizado. El valor del mercado negro asciende a 140 billones de dólares anualmente en el mundo. El valor de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos asciende a 40 billones de dólares anuales. Representa el 40 por ciento de los ingresos de las bandas criminales en nuestro país”, dijo.

Roberto Gil Zuarth

Gil Zuarth advirtió que los gramajes de portación permitidos actualmente están muy lejos de las dinámicas reales de comercio. “Nadie va al mercado negro y regresa del mercado negro una y otra vez, por dosis menores de cinco gramos. Eso simplemente es irracional”.

“De nada sirve subir los umbrales a 10, 15, 28 gramos, si de cualquier manera el consumidor debe ir al mercado negro para consumir. Si queremos reducir el mercado negro y que a nadie se le persiga penalmente por consumir, no queda más que encontrar una forma, un mecanismo para resolver la cuestión del suministro”.

El presidente del Senado mexicano afirmó que el mercado negro es consecuencia directa del sistema de prohibiciones a la producción, al comercio y al consumo y en la medida en la que no se distingan y separen mercados en función del daño potencial de las substancias, “el mercado negro será cada vez más grande, cada vez más apetitoso para los criminales, cada vez más dañino para la sociedad”.

Gil Zuarth aseguró que se repite incansablemente que en México no se persigue a los consumidores de marihuana, pero es un auto engaño ya que conforme a la ley consumir no es delito, pero todas las actividades que son necesarias para consumir sí lo son.

“Entre 2006 y 2014, el 73 por ciento de las detenciones por delitos relacionados con las drogas a nivel federal, se asociaron a posesión y consumo. Muchas de ellas acabaron en un no ejercicio de la acción penal, pero hubo una interacción entre la autoridad y un consumidor.

Aun cuando una persona se encuentre en el supuesto de portación para consumo, dentro del umbral permitido por la ley, será detenido, presentado ante el Ministerio Público, se le iniciará una averiguación previa, no se le ejercerá la acción penal, ya habrá tenido y enfrentado la tentación de muchos, de extorsionarlo o vejarlo”.

Ante la nueva conversación sobre la cuestión de drogas que se ha abierto en el mundo y en México, Gil Zuarth exhortó a conversar en los cómos, sin apasionamientos, ideologías excluyentes, sin la intención de imponer a otros un determinado modelo de vida.

“Estar a favor o en contra no significa ser bueno o malo, liberal o conservador, progresista o moderno; no significa más que tener una convicción y traducirla en un razonamiento que pueda transitar a la convicción de otro. Ahí está el desafío de nuestra creatividad institucional; también la prueba de nuestra habilidad política para encontrar soluciones, pero sobre todo, el reto de nuestra voluntad colectiva para encontrar una mejor forma de asociarnos como comunidad”, dijo.