Por: Redacción/

El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Salud (SEDESA) y la Agencia de Protección Sanitaria (APS), certificó a 110 podólogos que concluyeron el curso de “Buenas prácticas sanitarias para la prestación de servicios en podología”, que se impartió con acciones de regulación, control y vigilancia para prevenir riesgos a la salud.

Román Rosales Avilés, titular de la SEDESA, enfatizó la adecuada coordinación que realizó la APS con la Asociación Podológica de la Anáhuac y el Grupo Podológico R. Álvarez, que permitió ejecutar dicho el curso con el propósito de que los productos, actividades y servicios que se ofrecen en la CDMX sean seguros y de calidad.

“La experiencia obtenida de estos trabajos entre los servicios podológicos de la Ciudad de México y la APS, son un buen ejemplo de política pública, donde se suman las fortalezas tanto del sector salud, como de las asociaciones públicas y privadas con un fin en común: la prevención y la protección contra los riesgos sanitarios,” manifestó.

Señaló la importancia del convenio que se firmó en junio de 2015, donde uno de los resultados fue la publicación en la Gaceta de la CDMX en febrero del año pasado de los lineamientos sanitarios para la prestación de servicios de la podología a los pacientes ambulatorios. Ahí quedaron establecidos los requisitos de infraestructura, equipamiento, instrumental, insumos y la documentación con los que deben de contar los consultorios podológicos.

Respecto a esta normatividad, comentó tres aspectos importantes: disposición para el lavado de manos por parte del personal de salud, la inclusión de la carta de consentimiento informado en el expediente de podología, y que el consultorio debe contar con un manual donde se describa detalladamente cada uno de los procedimientos que se llevan a cabo.

El trabajo se fortaleció en 2017 con la Asociación Podológica de la Anáhuac y el Grupo Podológico R. Álvarez, quienes participaron activamente en el programa “El Médico en Tu Casa” para la atención integral de los pacientes y donde se destacó la importancia de la podología en especial con los diabéticos.

Román Rosales instó a reforzar y a consolidar esta función de prevención en todos los campos de la salud. Por ello, recalcó que “es necesario desarrollar acciones permanentes de promoción y educación a la salud que nos permitan evitar daños en los pies y que afecten la calidad de vida de nuestra población en general.”