Por: Redacción/

El feminismo no le pertenece a ningún partido político; las mujeres se pertenecen a sí mismas y no son propiedad de nadie, aseguró el senador Miguel Ángel Osorio Chong, al hablar a nombre del Grupo Parlamentario del PRI (GPPRI), durante la sesión solemne del Senado de la República con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Señaló que esta fecha es la ocasión para exigir el fin de la violencia y la impunidad, pero también es ocasión para conmemorar la fuerza y la resiliencia de las mujeres de México por su coraje y su valentía para vivir, soportar, para empoderarse y para exigir cambio.

Dijo el senador Osorio Chong que quien no se sume a esta causa o no acepte lo que está pasando, no entiende nada. “No entiende que las mexicanas están cansadas de ser marginadas y tener menos oportunidades; que están hartas de que en los medios de comunicación las traten como objetos, que las mujeres están “hasta la madre” de ser culpadas por la violencia que viven”.

Añadió que las mexicanas están hartas de que sus logros se cuestionen y de tener que probar su capacidad una y otra vez y que al igual están hartas de aguantar comentarios y chistes supuestamente inofensivos pero que denigran.

Tenemos la obligación de lograr que todas las violencias en su contra tengan consecuencias palpables, y no solo se queden descritas en la ley, desde la simbólica, la psicológica y la física, hasta la económica, la patrimonial y la laboral.

Es inaceptable que mientras transcurre esta sesión, tres mujeres habrán sido asesinadas en nuestro país por violencia machista y, terminar el día, el número se habrá elevado a 10. Es increíble que en pleno siglo XXI, la violencia machista siga cobrando vidas todos los días. Ante esto, la empatía no es una opción, es un deber, subrayó

Por ello, puntualizó, el respeto a la vida y a los derechos de las mujeres debe ser comportamiento cotidiano en la oficina, en las calles, los hospitales, el hogar, las redes sociales, las escuelas y también en el contenido de las leyes y el quehacer de las instituciones. Por eso, con justa razón, las mexicanas han unido su voz para levantar el puño y gritar en una sola voz: “ni una más, ni una menos”, concluyó.