Por: Redacción

El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda, pidió a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) no ser tapadera de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y aclarar cuál es el número real de quejas en contra de la empresa productiva del Estado.

El legislador comentó que, de acuerdo a información de la CFE, las quejas se redujeron 28% al cierre de octubre, cuando se registraron 19 mil 935, mientras que en el año pasado fueron por 27 mil 513.

Sin embargo, según la revista mensual de la Profeco, entre julio del 2015 a junio del 2016, la CFE fue la que presentó el mayor número de quejas con 24 mil 403 reclamaciones, motivadas principalmente por errores de cálculos y cobros de cuotas extraordinarias, aunque se justifica que el 71% fueron conciliadas.

Paradójicamente, resaltó, durante ese tiempo, quien estuvo al frente de la CFE, es el actual dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa Reza.

Recordó que de enero de 2013 a julio de 2014 se registraron 29 mil quejas, lo que representó el 15% de todas las recibidas por la Profeco, sin contar las denuncias que aportan el 23% de todas las recibidas

Llama la atención que la Profeco mantiene a la CFE como una de las prestadoras de servicios que más acumula reclamos; en tanto la empresa competitiva del Estado maneje cifras alegres, pretendiendo ocultar la molestia generada a miles de usuarios que se han visto agobiados por cobros excesivos que rebasan por mucho su capacidad de pago.

Subrayó que un gran porcentaje de los reclamos es por la medición en el cobro de la energía eléctrica que, sin motivo aparente, presenta “brincos” que van de un cobro bimestral de 250 a 300 pesos, a un recibo que llega a 3 mil, 4 mil o más, lo que ha dejado al usuario en el dilema de comer o pagar.

Si opta por no pagar, abundó, simplemente le cortan la energía, incluso con personal de otras empresas y acompañados por miembros policiacos, sin importar que se trate de personas de la tercera edad o madres solteras o incluso poniendo en riesgo la vida de personas que necesitan estar conectados a algún aparato que requiere de electricidad.

Cuando se llega a un a acuerdo conciliatorio, indicó el diputado Ojeda, lo único que logra el usuario es realizar su pago en cobros chiquitos; es decir, le van cobrando en su recibo una determinada cantidad extra a su consumo bimestral hasta saldar su supuesto adeudo.

En todo caso, dijo, la alternativa que le dan es “o pagas o pagas”, sin revisar si se trató de un error, un mal cálculo o alguna otra anomalía, lo cual no resuelve el problema de fondo sobre los cobros excesivos o cortes de suministro,

Es de destacarse, expresó, que a pesar de la costosa campaña mediática del gobierno federal para destacar las supuestas bondades de la reforma energética donde se aseguraba que bajaría el costo de la energía eléctrica, hasta el día de hoy no se tiene certeza al respecto.

El diputado mencionó que históricamente la Profeco ha sido demasiado dócil o cooperativa con CFE, ya que desde hace años en lugar de establecer un alto a la política sistemática de cobros excesivos, solo se ha dedicado a imponer multas que hasta la fecha no se han pagado y que paradójicamente ni siquiera saldría del bolsillo del titular de la CFE.

Mientras tanto CFE sale con cifras alegres, insistió, para pretender justificarse en algo difícil de defender porque más allá de las cifras, lo cierto es que suponiendo sin conceder, 19 mil quejas son demasiadas para una empresa que presume ser de clase mundial y en la que el número de quejas sin resolver sigue siendo más de un tercio de los mismos.