Por: Mugs Redacción

El diputado Alberto Martínez Urincho (PRD) impulsa un exhorto para que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión acuerde celebrar la comparecencia del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con motivo de su Informe Anual de Actividades del 2015.

El integrante de la Comisión de Derechos Humanos, indicó que resulta imprescindible que el formato en el que se desahogue dicha presentación, se ajuste a principios de transparencia y rendición de cuentas como exige el contexto actual, permitiendo una interacción y diálogo entre los poderes públicos.

Propuso que la presentación del titular de la CNDH sea hasta por 20 minutos, con una ronda de posicionamientos por parte de los diversos grupos parlamentarios con una duración de hasta cinco minutos cada uno; dos rondas de preguntas y respuestas, en orden creciente, y una más que incluya comentarios.

Martínez Urincho destacó que el presidente de la CNDH, en su Informe del 2014, reconoció que México atraviesa un periodo de crisis en materia de derechos humanos, el más difícil que ha enfrentado dicho organismo en 24 años que tiene de existencia.

Algunos de los casos se relacionan con detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, tortura y ejecuciones extrajudiciales generadas por la perpetración de grupos vinculados con el narcotráfico y el crimen organizado.

Aunado a lo anterior, la corrupción e impunidad restan credibilidad a los responsables de ejercer el poder público, por lo que “la sociedad exige acciones inmediatas y efectivas que den cauce y respuesta a sus reclamos de justicia, legalidad, respeto pleno a la dignidad humana y a la exigencia de vivir seguros”.

Por otro lado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al realizar una visita a México a finales de 2015, observó el estado grave que guardan las garantías de los individuos, sobre todo, en inseguridad, falta de acceso a la justicia e impunidad, así como la situación que padecen periodistas y defensores de estos derechos.

Al respecto, la CIDH señaló que dichas violaciones son especialmente graves en personas en situación de pobreza, migrantes, solicitantes de asilo, refugiados, desplazados internos, mujeres, niñas, niños y adolescentes, periodistas y habitantes de pueblos indígenas, así como lesbianas, gay, bisexuales y trans.