Por Roberto Barco Celis

El presidente Enrique Peña Nieto aseguró ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el problema mundial ad leas drogas no reconoce fronteras y lastima sociedades de todas las latitudes y las respuestas internacionales han sido francamente insuficientes y confió en que en esta sesión especial se dé paso a un nuevo entendimiento internacional en la materia

El mandatario hizo votos por el dialogo permita comenzar a encontrar  los instrumentos  y nuevos consensos para contrarrestar el fenómeno de las drogas en el Siglo XXI, unidos trabajemos y encontremos soluciones transitemos de la mera prohibición a una eficaz regulación, miles de la mera persecución a la prevención, miles de vidas dependen de ello.

Lo anterior, al participar en el Debate General de la Sesión Especial de la ONU sobre el Problema Mundial de las Drogas.

 

Discurso del Presidente Enrique Peña Nieto:
El objetivo es revisar la actual estrategia internacional y sobre todo definir mejores soluciones, desde una perspectiva de derechos humanos, prevención y salud pública que ponga en el centro la salud de las personas.

Es innegable, los términos en el debate han cambiado, comienza surgir un consenso en favor de una reforma significativa del régimen internacional de las drogas, se vislumbra un nuevo enfoque que combata a los criminales de manera decida, pero que en lugar de criminalizar a los consumidores les dé oportunidades y alternativas.

Con firmeza debemos continuar haciendo lo que ha funcionado, con flexibilidad debemos cambiar aquello que no ha dado resultados.

El esquema basado en el prohibicionismo, la llamada guerra contra las drogas que inició en los años 70’s, no ha logrado inhibir la producción, el consumo ni el tráfico de drogas.

El narcotráfico sigue siendo una de las actividades más lucrativas del crimen organizado y un factor decisivo para su expansión internacional.

Inevitablemente el negocio ilegal de estupefacientes ha generado muerte y violencia, principalmente en los países productores y de tránsito durante décadas. México ha sido una de las naciones más comprometidas contra el problema de las drogas.

Mi país forma parte de las naciones que han pagado un precio excesivo en términos de tranquilidad, sufrimiento y vidas humanas, vidas de niños, jóvenes, mujeres y adultos. Como pocos conocemos las limitaciones y las dolorosas implicaciones del paradigma eminentemente prohibicionista, por eso, durante mi administración se ha buscado atender el problema de las drogas de una manera integral, con una estrategia que evita generar mayor violencia y en la que prácticamente participan todas las secretarías del gobierno de México.

Para reducir la oferta de drogas se ha hecho frente al crimen organizado con una mejor coordinación entre autoridades, con el uso de sistemas de inteligencia y la desarticulación de sus estructuras operativas y financieras, hemos logrado la detención de los principales líderes de organizaciones criminales y hemos acotado la violencia a regiones específicas del país, con una consecuente reducción de las tasas de incidencia delictiva.

Para reducir la demanda nacional hemos reforzado las acciones de prevención entre niños y jóvenes, este esquema de se ha complementado con programas de prevención de la violencia.

Sin embargo, a pesar de los resultados alcanzados,no estamos totalmente libres de la amenaza criminal mientras siga existiendo una creciente demanda internacional de estupefacientes.

Bajo el paradigma actual es necesario que los países consumidores asuman un mayor compromiso tanto en la reducción de su demanda como en la lucha contra el crimen internacional.

Los grupos criminales también están presenten en y dentro de las fronteras de los países consumidores.