Autor: Moctezuma Reco

Analista

Las relaciones cívico-militares en México han sido un componente crucial de la dinámica política y social del país a lo largo de su historia. Desde la Revolución Mexicana, las fuerzas armadas han tenido una influencia significativa en la política y la Seguridad Nacional, lo que ha llevado a una interacción compleja entre el gobierno y las instituciones militares. La relación cívico-militar se refiere a la manera en que los líderes civiles y militares interactúan y cooperan en asuntos de seguridad nacional, desarrollo nacional y otros ámbitos de interés público.

Este 21 de abril pasado recibimos un ejemplo de ello, a través del manifiesto del Secretario de Marina en la ceremonia del CX aniversario de la Defensa del Puerto de Veracruz, al incorporar en un “presídium secundario” diversos gobernadores (según mi apreciación todos morenistas), sin embargo tras bambalinas comentan la invitación fue extensiva a los 32, situación que no alcancé a confirmar antes de lanzar la presente columna.

Y si de tras bambalinas hablamos, es del dominio interno de los morenistas, que la candidata con preferencia de intención electoral al momento, no ve con los mejores ojos al Alto Mando naval, ya que personas allegadas a ella desde dos cabezas de secretarías, le murmuran al oído que el que viste como la espuma de mar decantaba por Ebrard, situación que la hace dudar de la presunta lealtad que tanto les hincha el pecho a los uniformados y que han sabido emplear a lo largo del tiempo, sin embargo también es importante desarrollar en que aspectos nos sirven al país las relaciones cívico – navales.

La Seguridad Nacional abarca la protección de la integridad territorial, la soberanía y los intereses del Estado mexicano. La Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) desempeña un papel fundamental en la Seguridad Nacional al proteger las fronteras marítimas del país, combatir el narcotráfico (o “marcotráfico”) y otras formas de delincuencia organizada que operan en los océanos y costas mexicanas. Además, participa en operaciones conjuntas con otras ramas de las fuerzas armadas y agencias de seguridad para enfrentar amenazas transnacionales y garantizar la estabilidad del país. Actualmente realiza una función crucial en Instalaciones Portuarias y Asiponas.

El mar es de enorme interés para la seguridad nacional, ya que es un medio altamente explotable para el desarrollo y penetración de la delincuencia organizada trasnacional. Parte de la influencia provocada por la diáspora criminal proviene de países pioneros en técnicas de trasiego de estupefacientes hacia al norte del continente y claro que México es paso obligado para este. No solo por tierra, por sus aguas también.

Para combatir esta amenaza a la salud de los ciudadanos y de las sanas relaciones diplomáticas entre las tres divisiones del continente, México, a través de la Marina, ha empleado alianzas estratégicas internacionales con actores que están dispuestos a combatir a este peligroso y nada agradable enemigo.

Tiene su propio órgano de Inteligencia Naval, el cual esta enfocado principalmente a evitar el cruce de mercancía ilegal mediante el mar territorial hacia cualquier punto (sur o norte del continente).

En funciones de “Guardia Costera” mantiene el estado de derecho en la mar, y lleva a cabo aseguramientos de embarcaciones rápidas, realiza operaciones en coordinación con aeronaves para impedir cualquier acción ilícita que pretenda ser llevada a cabo en ese vasto espacio que es la mar. 

En el ámbito de la Seguridad Pública, despliega sus capacidades para combatir la delincuencia en zonas costeras y portuarias, donde la presencia del crimen organizado es frecuente. Esto incluye patrullaje marítimo, operaciones de interdicción y cooperación con las autoridades civiles encargadas de hacer cumplir la ley. La Marina también proporciona apoyo logístico y de inteligencia a las fuerzas de seguridad pública en su lucha contra el crimen. De igual forma coadyuva con gobiernos locales a solicitud de estos, para apoyar en la planeación y materialización de operaciones para mantener el estado de derecho.

Actualmente, gran parte del sistema de seguridad publica en diferentes estados, es apoyado por la Marina en distintos aspectos. Ya sea nombrando a marinos con el rango adecuado para desempeñar un puesto directivo de seguridad pública, como realizando operaciones conjuntas con los tres órdenes de gobierno.

Un ejemplo claro de la confianza que se ha desarrollado entre estos dos diferentes, entes encargados de la seguridad, fue el apoyo que la SSC CDMX pidió a los marinos para las investigaciones en coordinación con fiscalía, de los que resultaran culpables del ataque en contra del hoy candidato a senador Omar García Harfuch.

Se detuvieron a 18 de los involucrados en la CDMX y alrededores (EdoMex, Puebla y algunos en Jalisco). Otros ejemplos podrían ser, Oaxaca, Veracruz (el cual no ha tenido resultados nada positivos), Colima (donde a finales del año un Capitán comisionado en fiscalía fue acribillado por no ceder ante las amenazas de la D.O), Tlaxcala, Morelos, Puebla, Chihuahua.

De acuerdo con fuentes federales, el gobierno del estado de Coahuila había solicitado el apoyo para el nombramiento de un SSC estatal, sin embargo, al parecer el estado no cumplió con las demandas logísticas y solo se logró un despliegue de fuerzas terrestres como refuerzo a la seguridad.

Además de su papel en la seguridad nacional y pública, la Marina interviene en situaciones de Seguridad Interior, como respuesta ante desastres naturales y crisis humanitarias. Las fuerzas armadas, incluida SEMAR, tienen la capacidad de desplegar rápidamente recursos humanos y materiales para brindar asistencia en casos de emergencia, como rescates en áreas inundadas, entrega de suministros de ayuda y atención médica en zonas afectadas. A través de su Plan Marina, despliega sus capacidades en casos y zonas de desastre.

Tanto SEMAR como SDN son claramente el principal pilar de apoyo a la población en caso de desastres naturales. El mejor y más reciente ejemplo fue el apoyo brindado a Acapulco, Guerrero tras el devastador paso del Huracán “Otis”. Donde empleó mas de 450 elementos entre infantería de marina, buzos, nadadores de rescate, elementos logísticos, cocineros, doctores, enfermeros y más de 70 vehículos. Quienes bajo el mando del entonces comandante de esa región (hoy convertido en Jefe de Estado Mayor de esa institución), brindaron apoyo y auxilio a toda la población acapulqueña afectada posible y en situaciones precarias.

Desde el punto de vista civil, las relaciones cívico-militares deben basarse en el respeto a la autoridad civil y la subordinación de las fuerzas armadas al poder civil. Es fundamental garantizar la transparencia, el diálogo abierto y la rendición de cuentas en la interacción entre el gobierno civil y las instituciones militares. La cooperación y coordinación efectiva entre ambas partes son esenciales para abordar los desafíos de seguridad y desarrollo del país de manera integral y equitativa.

Desde el punto de vista naval, las relaciones cívico-militares se centran en fortalecer la cooperación con las autoridades civiles en áreas como seguridad marítima, protección ambiental y desarrollo económico en zonas costeras. Esto implica trabajar en estrecha colaboración con agencias gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad para abordar los desafíos y promover el desarrollo sostenible de las áreas marítimas y costeras del país.

Un enfoque colaborativo entre las autoridades civiles y militares puede generar una serie de beneficios para México. Esto incluye la mejora de la Seguridad Nacional y Pública, la promoción del bienestar social a través de programas de salud y educación, el fortalecimiento de la capacidad de respuesta a emergencias y desastres, y el impulso al desarrollo tecnológico y económico del país. Al trabajar juntos de manera coordinada y concertada, el gobierno civil y las fuerzas armadas pueden enfrentar los desafíos actuales y futuros de manera más efectiva, promoviendo la estabilidad y el progreso de México en su conjunto.

El mensaje del pasado 21 de abril en el puerto de Antón Lizardo, Veracruz, sede de la Heroica Escuela Naval Militar fue contundente, el poder civil y el brazo naval unidos en una celebración histórica como el CX aniversario de la Defensa Heroica del Puerto de Veracruz. El Secretario de Marina manda un recordatorio importante a la candidata más popular según las encuestas, mostrando la capacidad y destreza desde la cuna de la doctrina naval y le deja de manifiesto que requerirá de la SEMAR para cumplir sus propósitos. El presidente asiente ante esta manifestación del poder naval. 

Nota al calce: Nadie entendió que hacía el de estrategia digital en el presídium principal. En fin.