Por. Redacción/

Olga Sánchez Cordero Dávila, propuesta por Andrés Manuel López Obrador como secretaria de Gobernación para su gobierno, en caso de ganar la presidencia, dijo que nuestra democracia debe de estar en contra del fascismo, de los regímenes dictatoriales y de los gobiernos autoritarios.

Refirió que es a través de esta representación en los Poderes público y en las instituciones en que el pueblo toma sus decisiones, y en ello, no hay nada de populismo, sino todo lo contrario, hay republicanismo.

Aseguró que se requiere fortalecer y renovar las instituciones. De ahí que éstas cumplan con la obligación de transparentar su actuación, de cara a la sociedad, a la que se deben, rendir cuentas de los recursos de que disponen de proporcionar la información a los ciudadanos.

Indicó que México necesita un Estado que garantiza las libertades, promotor del pluralismo, de la inclusión, del respeto al otro, de la tolerancia, para ser realidad el principio de la igualdad.

Lo anterior lo señaló durante la presentación: el Plan Nacional para la Procuración de Justicia, Combate a la Corrupción y Democracia, para el gobierno de AMLO, y manifestó que no solamente de esa igualdad exaltada como valor democrático que generalmente se ha entendido como igualdad ante la ley, sino de una igualdad que rompa con el esquema que hace corresponder una creciente concentración política y una creciente concentración económica.

La ex ministra Olga Sánchez, indicó que la sociedad se encuentra sedienta de justicia, quebrantada por haberse vulnerado su bienestar y su tranquilidad y que actualmente pasamos por un momento en el que la delincuencia, la corrupción y la impunidad se han desbordado.

Indicó que nos corresponde a todos procurar un régimen en el que se respete a las instituciones, el estado de derecho, y el estado constitucional social democrático de derecho, para así garantizar las condiciones que permitan el óptimo desarrollo político, social y económico de nuestro querido país.

Esto, dijo Olga Sánchez, a través de la configuración de alternativas que permitan alcanzar este objetivo y este accionar que debe de guardar, congruencia con el propio sistema jurídico del que emana a través del equilibrio entre el respeto a los derechos humanos y las acciones de gobierno, siempre dentro del marco de la Constitución y de las leyes.

Necesitamos un estado de derecho para la libertad, en el que éste sea el pilar de nuestra sociedad, motor del sistema político, social y económico, porque sin libertad, no habrá estado de derecho.

“Libertad en todos los ámbitos: libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de asociación, libertad de tránsito, libertad de credo, libertad para ejercer el voto.

“Una igualdad que encare los retos de una sociedad plural, y voy más allá, necesitamos una igualdad material que rompa con los estereotipos y avance en el principio de la no discriminación e inclusión social”, manifestío.

Olga reiteró la necesidad de termine de una vez por todas con la corrupción. Para ningún mexicano es desconocido que el daño causado por la corrupción no es solo de índole económico; el cálculo anual que particulares y empresas destinan para actos de corrupción oscilan en los 37 mil millones de pesos, según un estudio de “México Evalúa”.

“La corrupción nos afecta en todos los ámbitos de nuestra vida: la corrupción es el jinete apocalíptico que cabalga las desventuras políticas, económicas y sociales en nuestro amado país”.

Además, la Fiscalía General de la República tiene que ser una prioridad en la agenda republicana. “Nunca más utilizar a la justicia como un arma de persecución política, sino una Fiscalía General autónoma, independiente del Ejecutivo Federal, tiene que ser un órgano del equilibrio del poder, con todas las facultades legales para que con su operación, la población se sepa representada y vuelva a creer en la procuración de justicia y en las instituciones”.