Por: Redacción

Tras la orden ejecutiva firmada por Donald Trump este miércoles, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de la República, Gabriela Cuevas Barron, presentó un Punto de Acuerdo para que el Senado de la República exprese su más enérgica condena a la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.

“A los mexicanos nos indigna profundamente la construcción del muro, el cual México definitivamente no financiará. Esas fronteras que plantea el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, son propias de otra época, del siglo pasado, de una generación que creció con economías cerradas con fronteras como la Alemania comunista. La idea de un muro en una frontera compartida no es propia de una relación bilateral que gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte permite un comercio de más de 1,500 millones de dólares por día. Ello, sin contar que nuestro país es la segunda nación más importante en destino de importación para la Unión Americana y que hay 6 millones de fuentes de trabajo ligadas al comercio entre ambas naciones”, abundó.

La Senadora Cuevas Barron reiteró en el documento su posición respecto a que el Congreso no etiquete o autorice recurso alguno para la construcción del muro fronterizo de 3 mil 200 kilómetros.

En este sentido, destacó que “un país de 120 millones de personas, con 35 millones de mexicanos y mexico-americanos en la Unión Americana, no es una población menor a la que Trump deba menospreciar. México es la decimoquinta economía del mundo, con potencial exportador y con 12 tratados comerciales con 46 naciones”.

Asimismo, el Punto de Acuerdo promovido por la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores destaca que el gobierno mexicano debe rechazar políticas como la construcción del muro porque afectan directamente “la visión que queremos construir en el mundo, que son fronteras más humanas con una migración segura y ordenada, respetuosa de los derechos humanos”.

Debe recordarse que en 2006, el ex presidente George W. Bush promulgó una ley que autorizaba la construcción de más de mil kilómetros de muro. Sin embargo, dicha propuesta se enfrentó a diversos obstáculos, entre ellos la oposición de organizaciones ambientalistas y otros aspectos legales en materia de aguas y la preservación de especies en la zona fronteriza.