Por: Redacción

Senadores, funcionarios y especialistas coincidieron en la necesidad de impulsar el modelo de Parlamento Abierto, a fin de crear un mayor vínculo de colaboración entre sociedad y gobierno que permita reconciliar al Congreso con la ciudadanía.

Lo anterior, durante el foro “Hacia un Modelo de Parlamento Abierto”, en el cual el presidente del Instituto Belisario Domínguez, senador Miguel Barbosa Huerta, afirmó que es fundamental avanzar aún más en materia de transparencia e información pública, a efecto de que las cámaras legislativas dejen de ser señaladas como organismos opacos en el manejo de sus recursos.

En este sentido, indicó que el Senado ha llevado a cabo grandes avances en materia de transparencia y rendición de cuentas, pero aún hay mucho por avanzar. Habrá un parlamento abierto real cuando el Poder Legislativo sea autónomo, donde el Ejecutivo deje que el destino de las cámaras sea de las fuerzas políticas que ahí se representan, agregó.

“Solamente así, podrá haber un Poder Legislativo que desempeñe las funciones de pesos y contrapesos, ya que el poder en México siempre ha querido ser controlado y manejado, más allá de la opinión de la sociedad”, advirtió. El legislador aseguró que “el secreto de un Parlamento Abierto es que el trabajo de cada uno de los senadores y órganos que componen el Senado se procure a través de información pública”.

En este sentido, aseguró que los resultados de este foro, organizado por el Instituto Belisario Domínguez, aportarán reflexiones, rutas y vertientes de lo que se debe asumir en esta materia, desde la integración de las cámaras, así como para que los congresos locales hagan lo propio.

La comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Ximena Puente de la Mora, resaltó el compromiso del Senado para abrir sus procesos a la sociedad, por lo que este seminario es una oportunidad más para acercar el vínculo entre sociedad y autoridades.

Además, dijo, representa una oportunidad para que el Instituto se fortalezca. Se trata de ver en dónde estamos cómo país y que se tiene una ley de avanzada; una Ley General de Transparencia que coloca al país en primer lugar a nivel mundial, pero sobre todo, notar qué hacen las instituciones, autoridades y sujetos obligados para el reto de la implementación, subrayó.

Puente de la Mora señaló que de acuerdo con información de Latinobarómetro, el respaldo a la democracia en México se encuentra igual que el registrado en 1995; es decir, que en 21 años de medición, después de un proceso de transición democrática, seguimos en el marco de 49 por ciento de respaldo ciudadano.

Haydeé Pérez Garrido, directora Ejecutiva de Fundar Centro de Análisis e Investigación, dijo que a pesar que las buenas prácticas, los acuerdos públicos para avanzar en la construcción de parlamentos abiertos se han incumplido y que, incluso, se observan retrocesos en la función de contrapeso del Congreso hacia el Poder Ejecutivo, sobre todo en designaciones en dependencias e instituciones gubernamentales.

César Astudillo Reyes, secretario de Atención a la Comunidad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), precisó que se aspira a identificar buenas prácticas institucionales, evaluar avances en la adopción de los principios que distinguen a un parlamento abierto, definir tareas pendientes, contrastar propuestas, y perfilar compromisos puntuales.

Por su parte, Gerardo Esquivel Hernández, Coordinador Ejecutivo de Investigación del IBD, señaló que el foro busca analizar los avances en materia legislativa respecto al derecho de acceso a la información pública, la transparencia y la rendición de cuentas, enfocado en la revisión de buenas prácticas institucionales así como en la transformación y alcances del Congreso de la Unión en materia de parlamento abierto.

Durante su conferencia magistral, Miguel Ángel Gonzalo, integrante de la Comisión de Acceso a la Información Pública del Congreso Español, subrayó que para reconciliar al Parlamento con la ciudadanía, se requiere de congresos accesibles, transparentes, representativos, eficaces y responsables.

Precisó que para el desarrollo de un modelo de parlamento abierto es imprescindible la colaboración entre las organizaciones de la sociedad civil, “se necesita un modelo evaluable y verificable, basado en evidencias del trabajo parlamentario, a través de herramientas objetivas y evaluables”.

Durante el desarrollo del panel “Interrelaciones de los Sistemas Nacionales de Transparencia y Anticorrupción bajo la óptica del Poder Legislativo”, el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal Martínez, subrayó que se está a tiempo de definir cómo se quiere que opere el Sistema Nacional Anticorrupción; los productos de política pública a desarrollar; las estructuras administrativas a desplegar para cumplir con la normatividad aplicable; y las rutinas organizacionales que se deben modificar para lograr una articulación institucional.

Subrayó que se debe explotar la información derivada de la práctica auditora y de las labores de transparencia; además, consideró que se podrían generar sinergias en los procesos de planeación y programación de auditorías, así como la articulación entre las plataformas nacionales de transparencia y de fiscalización.

Areli Cano Guadiana, Comisionada del INAI, destacó que los esfuerzos contra la corrupción han sido infructuosos; las instituciones diseñadas para su combate no han sido efectivas, se han visto rebasados y no han aportado resultados, aunado a la percepción generalizada de impunidad que se manifiesta en la desconfianza ciudadana y en la deslegitimación de la función pública.

Issa Luna Pla, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, indicó que la corrupción tiene que ser un problema que no sólo se aborde con un cúmulo de normas y reglas, sino a través de la predicción de cómo van a conducirse los actores respecto a las leyes.

Lourdes Morales Canales, Directora de la Red por la Rendición de Cuentas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), precisó que los sistemas Anticorrupción y de Transparencia buscan fortalecer la rendición de cuentas del Estado mexicano, con especial énfasis en la responsabilidad porque el régimen de rendición de cuentas es el eslabón más débil.