Por: Redacción

El secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, llamó a construir políticas públicas para financiar el desarrollo del campo a través de un marco de financiamiento y competencia para los sectores más necesitados.

“Queremos como mínimo ciertas características de calidad y espacios en la vivienda y servicios que lleguen a la misma. Se necesita agua, luz y drenaje, que la casa tenga piso, techo y muro firme, y que en ella no haya hacinamiento”, sostuvo.

Ante integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), con quienes celebró la firma del Convenio por un México sin Pobreza, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pidió unirse al esfuerzo de esta dependencia federal y construir condiciones para enfrentar la lucha contra la pobreza.

Puso de ejemplo el diálogo establecido con el CNA y con algunos responsables de los Bancos de Alimentos en el país, de donde se ha logrado recuperar alrededor de 45 mil toneladas de alimento.

“Podemos hacer más, no todos los socios del CNA participan en este esfuerzo. Pero hay áreas de oportunidad, desde mejorar la recuperación de alimento, ampliar las redes de acopio y evaluar, incluso, cómo va el acceso a los derechos de las personas que se encuentran por debajo de la línea de bienestar”, indicó el responsable de la política social del país.

Meade Kuribreña resaltó que se ha avanzado mucho en temas de pobreza extrema, aunque existan aún retos en términos de pobreza moderada. Para mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos, dijo, se requiere del esfuerzo coordinado entre los tres órdenes de gobierno, estados, municipios, iniciativa privada y sociedad civil.

En su oportunidad, el presidente del CNA, Benjamín Grayeb Ruíz, destacó la importancia de sumarse al llamado del secretario Meade, por lo que convocó a los empresarios del ramo agropecuario a “emprender un acuerdo mínimo para el bienestar de nuestros trabajadores”.

Comentó que, más allá de trabajar por una hipoteca social, se deben incluir mejores beneficios a las personas que se emplean en las labores del campo. Esa, dijo, es una tarea ética que nos toca hacer en favor de los más desprotegidos.