Por: Redacción

El Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizó un estudio con el objetivo de determinar las emiciones adicionales de contaminantes producidas por conducir a menor velocidad, encontrando que en un tramo de 3.8 kilómetros, los automóviles podrías generar 20 millones 798 mil 099 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) al año.

Los estudiantes de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), al tomar como base un aforo vehicular por hora, entre automóviles, autobuses, microbuses y camiones, encontraron que se generaría en promedio 80 mil kilos diarios adicionales de CO2, si todos los autos transitaran a la velocidad indicada. Explicaron que esta investigación, asesorada por el profesor Saúl Hernandez Islas, pretende demostrar que cuando un automóvil disminuye su velocidad, crece el tiempo de recorrido, provocando un mayor consumo de gasolina, y consecuentemente, una gran emición de contaminantes.

Para efectos de la investigación de campo se realizaron recorridos dobles durante 10 días, en horas pico: mañana, medio día y tarde, en diferentes días de la semana, a una velocidad restringida máxima de 20 km/h y otra menor a 50 km/h, a fin de comparar el tiempo del recorrido y su consumo de combustible. Asimismo se utilizaron factores de emisión para gasolina y diésel para calcular las emisiones de CO2, tanto para velocidad regulada como no controlada.

El jefe de la carrera de Ingeniería Ambiental de la UPIBI alertó que es un tema al que se debe poner atención, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la carga vehicular aumentó 33 por ciento en los últimos siete años, creciendo con ello los problemas de movilidad y contaminación. A la vez, los estudiantes buscan concientizar sobre la gran cantidad de contaminantes que se arrojan a la atmósfera.

La Ciudad de México tiene características geográficas únicas, que aunadas a otros factores de la vida cotidiana, como la excesiva cantidad de gente, los servicios que demandan, el alto consumo de materiales e insumos, así como los residuos que afectan el ambiente, la salud física y mental.

El grupo de investigación pretende poner a consideración de expertos, académicos y autoridades este trabajo porque aseguran que cualquier planeación o reglamento debe estar debidamente avalado por estudios técnicos que protejan al medio ambiente y la salud de la ciudadanía.