*** Sin embargo, la tasa de progreso anual, se estancó, de acuerdo con los resultados del Índice de Paz México (IPM) 2016, publicados hoy.

De acuerdo con el reporte, en 2015, la tasa de delitos con violencia y la de crímenes de la delincuencia organizada, disminuyeron 8 y 10% respectivamente. Sin embargo, esto se contrarrestó con un aumento del 6% en la tasa de homicidio, aunado al incremento de la tasa de delitos cometidos con arma de fuego y presos sin condena.

El IPM, producido por el Instituto para la Economía y la Paz, ofrece una evaluación integral de la paz en México, que detalla el nivel de paz en cada uno de los 32 estados de la República, durante los últimos 13 años. El análisis del IPM toma en cuenta diversas fuentes, encuestas y apoyo técnico de un panel de expertos. Además, se hicieron ajustes en los datos para la falta de denuncia, mejor conocida como la “cifra negra”. En el reporte también se evalúan los costos asociados a la violencia y los factores socioeconómicos relacionados con la paz, definidos como Paz Positiva.

Desde el punto álgido de la guerra contra el narcotráfico en 2011, el nivel de paz en México mejoró 13%. De acuerdo con el reporte, 25 de los 32 estados, son más pacíficos hoy que en 2011, con disminuciones de cerca del 30% en las tasas de delitos con violencia, homicidio y crímenes de la delincuencia organizada, entre 2011 y 2015. Sin embargo, es muy pronto para determinar si la ligera mejora en 2015 es una excepción a la tendencia de los últimos 5 años o si los niveles de paz seguirán estancados.

Además, el IPM señala que alrededor de 85% de los mexicanos viven en estados que son más pacíficos hoy que en 2011. Los cinco estados con mayores avances en sus niveles de paz en los últimos cinco años son Nayarit, Durango, Nuevo León, Chihuahua y Baja California. En 2011, estas entidades se encontraban entre los siete estados menos pacíficos.

Un aspecto que destaca el estudio es la tendencia hacia una mayor impunidad en homicidios, que se deterioró drásticamente a partir de 2007. En ese año había cuatro condenas por cada cinco casos de homicidio, pero hacia 2013 sólo había una condena por cada cinco casos. Esto, aunado al aumento de presos sin condena, revela la saturación del sistema judicial, como también lo indican las estadísticas de sobrepoblación en las cárceles.

Los cinco estados más pacíficos son: Hidalgo, Yucatán, Veracruz, Tlaxcala y San Luis Potosí. Mientras que las entidades menos pacíficas son: Guerrero, Sinaloa, Morelos, Baja California y Baja California Sur.

Sin embargo, el reporte destaca la necesidad de mejorar la confiabilidad de los datos oficiales en México. Existen por lo menos tres factores que cuestionan las estadísticas oficiales de la delincuencia: 93% de algunos delitos no se denuncian; hay una discrepancia del 20% en 11 estados, entre las víctimas de homicidio registradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y las registradas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) basadas en actas de defunción; además, no incluyen a las 26,000 personas reportadas como desaparecidas desde 2007 por el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), un número que se considera conservador.

Para ilustrar este reto, se incluye una sección sobre las discrepancias en los datos oficiales, con el estado de Veracruz como el mejor ejemplo. Mientras que Veracruz obtuvo el tercer lugar en el IPM, es también el estado con la mayor discrepancia entre víctimas de homicidio registradas por el SESNSP y el INEGI. El SESNSP sólo registró 63% de los homicidios registrados por INEGI en 2014. Además, 80% de los veracruzanos dicen sentirse inseguros, según la encuesta de victimización del INEGI.

Sin embargo, hay un gran potencial para mejorar la paz. En comparación con otros países con niveles similares de violencia, México tiene el segundo mayor excedente de Paz Positiva o los factores que fortalecen a las sociedades pacíficas, en el mundo. Esto se refleja en su buen desempeño relativo en los factores de entorno empresarial sólido, distribución equitativa de recursos y buenas relaciones con los vecinos. Inversiones en la implementación efectiva de la reforma al sistema de justicia, la confiabilidad de los datos oficiales y en el combate a la corrupción, representarían grandes beneficios económicos y sociales para el país.

Es importante reconocer que México ha invertido en algunos de estos temas, como en la policía y en el Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP), cuyo plazo de implementación vence en junio de 2016. Esta reforma permitirá establecer la presunción de inocencia, trasladar la carga de las pruebas a la fiscalía y reducir el tiempo de los juicios. También incluye, garantizar el derecho a un defensor público profesional prohibir la tortura, la intimidación y la detención en calidad de incomunicado. Desde marzo de 2014 la ley indica al SESNSP, publicar el número de víctimas de homicidio, secuestro y extorsión. Dicho requerimiento representa un avance en la transparencia.

En 2015, el impacto económico de la violencia fue de 2.12 billones de pesos (US $134 mil millones), equivalente al 13% del PIB. Esto corresponde a 17,525 pesos por persona, cantidad más o menos igual a dos meses de salario de un trabajador mexicano promedio. En los últimos cuatro años, las mejoras en los niveles de paz han generado un beneficio económico de 802 mil millones de pesos (US $50 mil millones). Esto es, una reducción de 38% en el impacto económico de la violencia, lo que equivale a casi 1.5 veces el tamaño de la producción agrícola de México en un año.

“El país tiene la oportunidad de alcanzar mejores niveles de paz, sin embargo, se requiere enfrentar dos problemas fundamentales: la administración de la justicia y la corrupción. Mejoras en ambos, temas traerán grandes beneficios ya que en los estados menos pacíficos, se percibe mayor corrupción,” señaló Patricia de Obeso, Coordinadora del IEP en México.

El estudio también profundiza en la relación entre las actitudes, instituciones y estructuras (Paz Positiva) y el ritmo del progreso desde el punto más alto de la violencia en 2011. Los estados con mayor Paz Positiva, como Nuevo León en particular, han mostrado mayores avances en su calificación en el IPM en los últimos cinco años.

“Observar la violencia en México a través del enfoque de Paz Positiva, permite entender como un país puede mejorar en sus niveles de paz. Desde 2011, la mayoría de los estados han mostrado avances. Dichos avances se concentran en los estados con mayor Paz Positiva, donde hay más resiliencia a la violencia del narcotráfico,” dijo Steve Killelea, Presidente del Consejo del IEP.

Para mayor información sobre el Índice de Paz México 2016 (incluidos mapas interactivos y videos) y para descargar el informe, visite www.visionofhumanity.org