Por: Redacción/

Somalia ha de aprovechar los importantes avances obtenidos durante el proceso de paz de los últimos cinco años y tomar todas las medidas necesarias para que en las futuras elecciones no se repitan las violaciones a los derechos humanos que acontecieron durante el último proceso electoral celebrado entre finales de 2016 e inicios de 2017.

Así lo afirma el último informe conjunto de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU. El reporte especifica las violaciones a las garantías fundamentales perpetradas por las fuerzas de seguridad del estado y por agentes no estatales como, por ejemplo, Al Shabaab, antes, durante y después de las elecciones parlamentarias y presidenciales.

Además, destaca que a fecha de hoy solamente se han investigado dos de los cuarenta y cuatro asesinatos producidos durante ese periodo. Los principales afectados fueron los líderes de los clanes y los delegados electorales, entre ellos tres mujeres.

Los periodistas, los defensores de los derechos humanos o los dirigentes políticos también fueron víctimas de ataques.

“La violencia impidió la libre circulación de la información y socavó la capacidad de los ciudadanos de participar en los procesos democráticos”, destaca el informe.

Incremento de la representación parlamentaria femenina

Ante la ausencia de partidos políticos, Somalia optó por un sistema de elecciones indirectas en el que 275 colegios electorales, formados por 51 delegados, designaron a los 275 miembros de la Cámara del Pueblo, quienes, a su vez, eligieron al nuevo presidente.

El estudio destaca que se creó un parlamento más diverso y que la participación de las mujeres creció de un de un 14% en 2012 a un 24%.

El representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para Somalia, Michael Keating, celebró este progreso, pero indicó que aún queda mucho trabajo por hacer.

“Las mujeres, las personas con discapacidad, los clanes minoritarios y los grupos de la sociedad civil tuvieron un acceso limitado o nulo al proceso electoral, ya que se trató de un proceso político basado en el reparto de clanes”, dijo.

Keating instó al gobierno somalí a establecer un sistema de representación que incluya a toda la población durante las próximas elecciones que se celebrarán entre los años 2020 y 2021.

El informe también exhorta al gobierno somalí a aprobar una ley electoral anterior a la celebración de los próximos comicios y que cumpla con las normas internacionales de derechos humanos.

Este posterior requisito se formuló ya que algunos de los candidatos que participaron en el último proceso electoral estaban acusados de crímenes de guerra.

La situación en Somalilandia tampoco mejora

El estudio también incluye un apartado sobre las elecciones presidenciales del año pasado en la autoproclamada república de Somalilandia, donde se detallan violaciones a los derechos humanos en relación con los comicios de noviembre de 2017.

El uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad causó tres muertos y diecisiete heridos.

El reporte solicita una investigación rápida, independiente e imparcial de los abusos cometidos durante el proceso electoral.