Por: Redacción/

Las tendencias tecnológicas y sociales en México y el mundo demandan la aplicación de métodos educativos innovadores en las instituciones de educación superior, un desafío que implica la reconfiguración de las funciones sustantivas, con acento especial en la docencia, afirmó el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Programas más eficaces de capacitación, actualización y formación de los profesores son necesarios para transformar el modelo educativo y operativo, y “la forma más eficiente de hacerlo es mediante el trabajo cotidiano, en el que deben proliferar iniciativas que unan las tecnologías con el humanismo”.

Al presentar el libro Derivación tecnológica en apoyo a la agencia académica en educación superior, que coordinó junto con la doctora Sandra Castañeda Figueiras, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que se trata de un proceso con el potencial de impulsar con mayor fuerza el quehacer de la universidad en el ámbito social.

Esta propuesta académica –que plantea como objetivo central el desarrollo de la autonomía de los estudiantes mediante la agentividad académica– ha significado un trabajo por más de diez años, encabezado por ambos autores, con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y que podría extenderse a universidades de Colombia, Perú, Argentina y Chile.

El proyecto integra un grupo interinstitucional de 12 escuelas representativas del país que en conjunto ha analizado estrategias de innovación en la enseñanza y el aprendizaje mediadas por tecnologías móviles, que derivó en dos herramientas digitales, un Meta-evaluador Web y un MetaTutor Móvil a los que se puede acceder desde cualquier dispositivo celular.

Castañeda Figueiras indicó que este estudio pone en interacción elementos cognitivos, regulatorios, epistemológicos, de volición y regulación emocional, que con anterioridad habían sido abordados de manera aislada en la investigación educativa.

Es otro punto de vista que plantea la necesidad, tanto de generar aprendizajes para toda la vida como de convertir el conocimiento inerte en habilidades para la solución de problemas específicos.

“Esto cambia el panorama de la enseñanza para dirigirnos más a un entorno virtual que presencial, por lo que muy pronto nuestras escuelas se verán afectadas en cuanto a este tipo de apoyo docente, al igual que las relaciones entre los alumnos, el contexto y sus profesores, porque ahora los jóvenes deben establecer metas, aunque éstas deben ser consensuadas”, subrayó.

La coedición de la UNAM y la Casa abierta al tiempobusca fomentar un papel activo de los estudiantes, lo cual en la última década ha sido tema de análisis entre especialistas que resaltan su importancia, ya que emocionalmente resulta mucho más efectivo “generar en el aprendiz una conciencia y el disfrute de formar parte de una experiencia útil y aplicable en situaciones de naturaleza diversa”.

Durante la mesa moderada por el maestro Bernardo Ruiz López, director de Publicaciones y Promoción Editorial, la maestra María Concepción Morán Martínez, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, comentó que cada vez se ha vuelto más necesario que la ciencia cree raíces más profundas, como señala el megaproyecto de agencia académica liderado por los doctores Castañeda Figueiras y Peñalosa Castro.

La experta en psicología experimental sostiene que se trata de colocar al alumno en una posición introspectiva y cómoda, al fomentar “el gran placer de haber hecho algo que dicta estrategias, porque la investigación nos da luz y encamina; un reto que los profesores hemos tratado de enfrentar ha sido que los chicos sean agentes de su propio destino”.

La doctora María Elena Ortiz Salinas, catedrática de la misma institución, destacó que la solidez conceptual y metodológica del estudio aporta una herramienta trascendental en la recolocación del lugar tradicional del docente frente al estudiante y “esto no queda en una serie de ideas expuestas en libros ni es sólo un objeto de citas, sino que se dirige a evolucionar la práctica en el salón de clases”.

La era digital “nos obliga a nuevas formas de aprender y de ofrecer educación, y para las nuevas generaciones es algo natural, pero si los profesores queremos entrar en esa dinámica debemos dejar atrás los viejos esquemas, pues no se trata de utilizar la tecnología para facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje o de evaluación, ya que lo verdaderamente enriquecedor es que lanza el reto de impulsar el acompañamiento y el asesoramiento ante las condiciones demográficas o aptitudes que los jóvenes afrontan”.

El doctor Gustavo Bachá Méndez, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, mencionó que la obra sobresale del tradicional modelo de estudio, pues “representa uno de los pasos más complicados, pero más relevantes en el desarrollo de un proyecto de investigación. Un valor medular es su insistencia en centrar en la figura del estudiante el interés y el foco de la solución del problema educativo”.

En un mundo en que el desarrollo tecnológico es irreversible y posee una tasa de cambio que representa un reto para su comprensión, no sólo por su complejidad técnica, sino por su impacto social, el proyecto hace una adecuada integración de la agentividad académica, externó al público reunido en el Auditorio Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de la Rectoría General de la UAM.

Bachá Méndez resaltó que el propósito de llevar el conocimiento científico al terreno de ofrecer soluciones basadas en evidencias y conceptos como guía del trabajo es un aspecto meritorio, pues “no existe un proceso o desarrollo análogo de la necesidad de la creación de un modelo que lo sustente y lo primero que presentan claramente los investigadores es un modelo con sus respectivas interacciones y contenidos”.

Mediante videoconferencia estuvieron conectadas a la ceremonia de presentación del libro universidades de América Latina que participan en este proyecto.