• Desde que se aprobó el Protocolo, el 13 de marzo de 2020, la UNIGÉNERO realizó una serie de acciones encaminadas a difundirlo, pero dado el contexto de la pandemia, se redujo el alcance que se proponía.

Por: Redacción/

El Protocolo para la Prevención y Atención a la Violencia de Género (PAVIG) de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) es un instrumento para brindar atención a las personas en esa situación que marca las rutas de atención a seguir en caso de ser agraviados o testigos, ya sea si el agresor(a) forma parte de la comunidad estudiantil, si es un trabajador(a) del ámbito administrativo o académico, o si es ajeno(a) a la institución.

Los alcances de la Unidad de Acción para la Prevención y Erradicación de las Violencias de Género, la Inclusión con Equidad y el Respeto a las Diversidades (UNIGÉNERO) en materia de acompañamiento, las instancias de primer contacto y canalización, las medidas de protección y los órganos de la Universidad para aplicar sanciones administrativas deben ser del conocimiento de la colectividad, por lo que el trabajo de difusión del Protocolo debe ser permanente, constante y continuado, subrayó la licenciada María del Socorro Damián Escobar.

La coordinadora de la UNIGÉNERO afirmó que el movimiento de mujeres organizadas frente a la violencia por razones de género en las instituciones de educación superior fue un parteaguas para que la UAM se sumara con disposiciones para su prevención y erradicación y se lograran cambios estructurales, incluidas las reformas a las legislaciones universitarias y a nivel interno, las luchas de los colectivos de la Unidad Iztapalapa, que fueron fundamentales para la visibilización del fenómeno.

No obstante, desde hace años esta casa de estudios mostró voluntad política y firmeza para atender la problemática, tanto el Colegio Académico como la Rectoría de Unidad y luego de dos años de su implementación, Damián Escobar consideró importante evaluar su eficacia, los aciertos y los desafíos.

Desde que se aprobó el Protocolo, el 13 de marzo de 2020, la UNIGÉNERO realizó una serie de acciones encaminadas a difundirlo, pero dado el contexto de la pandemia, se redujo el alcance que se proponía.

La doctora Alicia Saldívar Garduño, defensora adjunta de la Defensoría de los Derechos Universitarios UAM, refirió que a casi dos años de la aprobación del Protocolo se tienen datos de su impacto, por ejemplo, en marzo de 2021 se realizó una encuesta sobre violencia por razones de género y discriminación con una muestra de 600 personas de la Unidad, en la que destacaron preguntas que pretendía conocer cuánta gente conocía el PAVIG y su percepción acerca de éste.

Un 37.4 por ciento de la población encuestada afirmó que conoce el protocolo; 32.4 por ciento reconoció que ha contribuido a que la comunidad conozca los mecanismos y las rutas de atención; 31.3 por ciento dijo conocer la Unidad de Atención de violencia por razones de género, 20.7 por ciento conoce al representante o titular de su Unidad de Atención, y 27 por ciento considera que las unidades de atención han contribuido a mejorar la vigilancia de los casos denunciados entre la colectividad.

El porcentaje aún es bajo, pero para potenciarlo es necesario que no sólo la UNIGÉNERO o la rectoría de Unidad, sino la comunidad toda se apropie del Protocolo y lo difunda, ya que éste no sólo estableció los procedimientos a seguir, sino detonó la necesidad e intención de desarrollar políticas transversales para erradicar este fenómeno, además del impacto que tuvo en las modificaciones al reglamento del alumnado.

La abogada Socorro Damián reveló algunas recomendaciones que ya se han elaborado, pero no será sino hasta que se presenten al Consejo Académico cuando se publiquen. Entre ellas, se plantea que el Protocolo de Atención contemple aspectos de violencia digital –que no fueron considerados en el momento de su aprobación– modalidad que se agudizó a raíz de la pandemia.

Además crear puentes de comunicación con instancias de derechos universitarios en otras instituciones de educación superior para dar seguimiento a casos que entrecrucen instancias universitarias, de tal manera que la UNIGÉNERO pueda dar seguimiento y acompañamiento a las personas en situación de violencia y coadyuvar para prevenir, atender, sancionar y erradicar este fenómeno en los espacios y ambientes universitarios.

También prevén que el Protocolo especifique –de una manera adecuada, clara y sencilla– cuáles son las distintas medidas de protección que pueden emitirse en el ámbito universitario en favor de la persona en situación de violencia para garantizar su seguridad e integridad, e incluso la continuación del procedimiento de queja.

Así como capacitar y sensibilizar permanentemente en derechos humanos, perspectiva de género, diversidad sexual a las personas integrantes de los Consejos Divisionales, ya que de entre sus integrantes se conforma la Comisión de faltas, órgano que conocerá, analizará, estudiará y presentará un dictamen sobre faltas por violencia de género ante el Consejo Divisional respectivo.

Uno de los retos es que la UNIGÉNERO cuente en su equipo con una psicóloga que trabaje con perspectiva de género y derechos humanos y tenga experiencia en atención a víctimas, que dé acompañamiento a las personas para brindar herramientas que ayuden a sostener el procedimiento ante la presentación de su queja, dar contención a crisis emocionales y brindar apoyo, incluso si deciden no denunciar, pero reportar daños ocasionados por ese tipo de violencia.

Camila Barquera Barranco, alumna de la Licenciatura en Historia, denunció una constante en los agresores, que cuando son denunciados y sancionados, en lugar de reflexionar sobre su falta, arrastran mayor enojo y pueden volverse más irascibles, por lo que sugirió que haya mayor apoyo psicológico para quienes han sido agraviados.

La doctora Laura Valladares de la Cruz, jefa del Departamento de Antropología, subrayó que, así como las mujeres han conseguido ciertos derechos políticos a golpe de sentencias, un alto a la violencia por razones de género en las instituciones de educación superior habrá de conseguirse a golpe de protocolos, de hacerlos cumplir y difundirlos.