Por: Redacción

El titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de la CDMX, Salomón Chertorivski Woldenberg, advirtió que el gobierno de la Ciudad de México no renunciará a la preeminencia sobre lo que debe suceder con los terrenos que dejará el actual aeropuerto. “En el mejor de los sentidos la decisión debe ser en conjunto; la Federación no puede hacer en él lo que quiera”, sostuvo.

Puntualizó que “en el momento en que deje de ser aeropuerto, el predio se sujeta a la reglamentación urbanística de la CDMX, y a los usos de suelo que dictamine”.

En reunión de trabajo con la Comisión Especial de Seguimiento a la Construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, afirmó que las remuneraciones en la zona que rodea las 710 hectáreas del actual puerto aéreo, han bajado en 30 por ciento en promedio, ya que muchas unidades económicas pasaron a ser sólo pequeños comercios y el valor agregado cayó en 43 por ciento.

El presidente de la Comisión Especial, diputado Rafael Hernández Soriano (PRD), aseguró que los responsables del proyecto del nuevo aeropuerto y su interconexión, no deben verlo sólo a un sexenio, sino a un siglo, ya que, explicó, uno de los objetivos es el desarrollo adecuado de la megalópolis.

“Una de las preguntas obligadas al funcionario es saber qué considera que está fallando y qué falta para equilibrar la zona nororiente de la ciudad”, cuestionó.

El legislador informó que presentarán un punto de acuerdo para apresurar la instalación de las comisiones Metropolitana de Asentamientos Humanos y Metropolitana de Desarrollo Económico, a fin de lograr un desarrollo urbano planeado.

La diputada María de la Paz Quiñones Cornejo (PRI) recalcó que el predio de la actual terminal aérea es propiedad federal y no de la CDMX, por lo que cuestionó si se ha presentado un proyecto al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. “Estamos dispuestos a hacer una discusión y profundizar en este tema”.

Pidió al funcionario informar qué proyectos de desarrollo se están llevando a cabo en la zona, principalmente en materia de seguridad y economía. “Es una zona densamente poblada y con mucho estrés, hay falta de empleo y seguridad. En vías de comunicación está bastante mal”.

La diputada Claudia Sánchez Juárez (PAN) propuso que los terrenos se destinen a un centro logístico de carga, ya que sería un detonador que podría contar con infraestructura como un tren, es decir, “que sea aprovechados en términos de comercio y para la activación económica de esa zona”.

“Desde el punto de vista social y económico, continuó, esto sería muy importante en materia de empleos y más soluciones que requiere la Ciudad de México”.

Durante su exposición, el funcionario local insistió en que no debe pensarse sólo en el terreno, sino en el desarrollo y el impacto en las cuatro mil hectáreas que circundan al actual aeropuerto.

Explicó que aún y cuando esta área es el centro logístico más importante de la metrópoli, el promedio anual de remuneraciones por empleado en la zona está por debajo del de la Ciudad, con 9 mil 109 pesos mensuales.

“Es una economía principalmente de servicios (incluyendo comercio), actividad a la que se dedica el 92 por ciento de los negocios; de éstos, sólo el 5.3 por ciento presta servicios modernos como financieros, transportes y de tipo profesional, mientras que el resto son pequeños comercios y servicios tradicionales. El 8 por ciento restante se dedica a la industria.

La zona en conjunto aporta poco más del 30% de la Producción Bruta Total (PBT), del empleo, las remuneraciones y la inversión de 3 delegaciones: Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero e Iztacalco. Tan sólo el AICM aporta el 5.8 por ciento de la Producción Bruta Total de estas delegaciones y el 8.1 por ciento del total de sus remuneraciones.

Chertorivski Woldenberg comentó que en una encuesta se preguntó a la población de la CDMX si conocía el proyecto del nuevo aeropuerto para la ciudad, a lo que más de la mitad dijo desconocerlo y una cantidad similar no sabía que esto implicaba el cierre del actual.