• Se necesita formular una reforma fiscal que grave la acumulación del capital en manos del uno por ciento de los más acaudalados

Por: Redacción/

La pregunta sobre si es posible acabar con la pobreza no se responde con simples discursos ni con mediciones, sino con inversión para el desarrollo de las comunidades menos favorecidas, y con un sistema tributario redistributivo que no tema recaudar en la cúspide de la pirámide económica, afirma el senador Ricardo Monreal Ávila.

En un artículo que publicó en su página oficial, señala que las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador de no crear nuevos impuestos, no aumentar los ya existentes y no contraer nueva deuda fueron excelentes para demostrar que la recaudación puede aumentar considerablemente con el fortalecimiento del Estado de derecho.

“Pero para lograr una auténtica redistribución de la riqueza, que aspire a reducir la inmensa brecha entre personas adineradas y en situación de pobreza -acotó-, se necesita formular una reforma fiscal que grave la acumulación del capital en manos del uno por ciento más acaudalado”.

En este texto, el senador se refiere a la reforma fiscal que propuso el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, cuyos ejes son la progresividad, equidad, eficiencia y suficiencia, acordes con los cambios realizados en México.

“La pobreza es una realidad que lacera, que lastima y que indigna. Es una situación que implica falta de recursos para satisfacer necesidades básicas, y la exclusión del acceso a derechos humanos como salud, educación y alimentación saludable, o servicios como agua potable y drenaje”, expresó.

En el capítulo sobre la reforma fiscal que planteó como parte de su Proyecto de Nación, el senador dijo que es una obviedad decir que en nuestro país necesita avanzar, pero “debemos buscar coordenadas, es decir, una guía para encontrar el camino hacia el desarrollo, para darle contenido a los reclamos sociales de una mejor calidad de vida, con seguridad, con certeza, con esperanza”.

Ahí, también afirmó que “no hay forma de respaldar la política social y la construcción infraestructura, si no hay nuevos ingresos, sobre todo ahora que los programas sociales se elevaron a rango constitucional”.

Consideró que, además del combate a la pobreza se requiere expandir a la clase media, para poder consolidar un Estado de bienestar para todos los sectores sociales.

Pero, advirtió Monreal Ávila, el marco fiscal mexicano “tiene muchos parches, inequidades y lagunas, que provocan la elusión fiscal y, en algunos casos, la evasión fiscal.

También enfatizó que para solucionar este problema no se tiene que caer en el “terrorismo fiscal”, pues en gran medida esta situación es consecuencia de leyes fiscales desequilibradas que impiden una adecuada fiscalización y aplicación de la norma.

El incremento en la recaudación, asentó, únicamente será productivo si se revisa el gasto público, con la finalidad de proveer mejores servicios públicos a la población, más agua y mejores sistemas de riego para los campesinos, carreteras, vías ferroviarias, aeropuertos, puertos o sistemas de comunicación en general.

Ricardo Monreal también se pronunció por mantener los programas sociales para los más necesitados: adultos mayores, madres solteras y personas con alguna discapacidad.

La inequidad en la distribución de la riqueza, dijo, es el principal obstáculo para alcanzar la igualdad de derechos y oportunidades, pero, a pesar de que es claro que en México los recursos son insuficientes, hasta el momento no se ha puesto en marcha una reforma fiscal de fondo, que permita establecer una plataforma de bienestar para todos.