Tras el escándanlo que la Fiscalía del estado de Morelos enterró 117 cadáveres “ilegalmente” en el panteón de la comunidad de Tetelcingo, en el municipio de Cuautla, Morelos, el segundo visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Enrique Guadarrama López, precisó que la fosa de Tetelcingo no es una fosa clandestina; si no que se reconoce como fosa común.

Las autoridades señalan que es una fosa común, que es legal, pero que se encuentra en un panteón que no cumple con la debida regularización, sin embargo, varias organizaciones civiles aseguran que es una fosa clandestina por ciertas irregularidades en el proceso

“Durante los trabajos se omitió registrar todas las medidas de los huesos extraídos antes de su destrucción para las pruebas genéticas, con el propósito de determinar el sexo a través de funciones discriminantes”, detalla el informe Programa de Atención a Víctimas de la (UAEM), titulado Fosas clandestinas de Tetelcingo.

La fosa con 117 cadáveres corresponden a los años 2010 (2), 2011 (14), 2012 (64), en 2013 existe el registro de 37, fue localizado gracias a que María Hernández, la madre de Oliver Wenceslao Navarrete, un joven secuestrado y asesinado en 2013. La Fiscalía de Morelos lo desapareció en una fosa ilegal en Tetelcingo, acto debe ser sancionado señalan la autoridades

Ante esto, el Gobierno del Estado de Morelos pidió el acompañamiento de la Procuraduría General de la República y de la Policía Científica de la Policía Federal, en el proceso de exhumación para la toma de muestras biológicas a cada uno de los cuerpos, además aseguró que respaldará a los familiares de la víctima para reparar en todos sus términos el daño causado.

De igual manera solicitará a la CNDH realizar recomendaciones a todas las instituciones mediante un protocolo y normas de actuación unificados con lo que establece la Ley y los tratados internacionales, se proceda a transparentar y regularizar las diversas fosas comunes, como se hiciera en Morelos.