Por: Javier Divany Bárcenas

Los presidentes de la Mesa Directiva y el de la Junta de Coordinación Política, Jesús Zambrano Grijalva y César Camacho, respectivamente, encabezaron el festejo por el 80 Aniversario de la creación de la Biblioteca del Honorable Congreso de la Unión.

Luego de develar una placa conmemorativa, el director general del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, José Mariano Leyva Pérez Gay, firmó un convenio de colaboración con autoridades de San Lázaro, para establecer la participación de la Biblioteca del Congreso de la Unión en el proyecto “Gran Biblioteca del Centro Histórico”.

El diputado Zambrano Grijalva dijo que los innumerables y valiosos libros y volúmenes que guarda la Biblioteca son testimonios evidentes de nuestra gran riqueza histórica y cultural.

“A todos nos corresponde preservarla y fomentarla, pero también nos compromete a atender sus necesidades, para que sus servicios sean siempre del mejor nivel y calidad para sus visitantes y usuarios.

“Las bibliotecas a lo largo de la historia han jugado un papel fundamental, ya que constituyen una fuente indispensable para obtener información y conocimientos que se van transmitiendo de generación en generación, y que nos permiten fortalecer el desarrollo cultural de toda la sociedad”, afirmó el diputado Zambrano.

Destacó que de acuerdo con el artículo 54 de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, las instituciones bibliotecarias tienen ahora la atribución de promover la instalación de módulos de información pública, que faciliten el ejercicio del derecho de acceso a la información y la consulta, derivada de las obligaciones de transparencia.

Las bibliotecas, subrayó, son un espacio vital que nos permiten acercarnos a todo tipo de literatura que nos ofrecen como acervo cultural y que han dejado plasmado; a través de sus obras, destacados autores, de instituciones de diversa índole, para el disfrute de esos conocimientos de las generaciones venideras y al servicio de cualquier usuario.

Éste fue justamente el espíritu que motivó al diputado Carlos A. Calderón, durante la XXXVI Legislatura, a presentar en septiembre de 1935, el Proyecto de Acuerdo para que la Biblioteca de la honorable Cámara de Diputados fuera puesta al servicio del público en bien de la cultura popular.

“Es así como la Biblioteca del Honorable Congreso de la Unión se inauguró el 4 de septiembre de 1936, con la característica de ser pública y en el devenir de su historia la han hecho, además, biblioteca universitaria, especializada y parlamentaria”, enfatizó.

El diputado César Camacho dijo que una biblioteca es expresión de la delgada línea entre la civilización y la barbarie. “Los mexicanos hemos optado por la civilización y ésta sólo puede tener lugar en un sitio donde impera el estado de Derecho”.

Precisó que los grandes parlamentos del mundo cuentan con importantes bibliotecas y “el nuestro no es la excepción. Legislar no sólo requiere una gran sensibilidad social, sino también demanda estudio, estudio cuidadoso y perseverante y mucha lectura para descubrir y redescubrir mundos ignotos. Por ello, para seguir legislando a favor de México, mantengamos una actitud dispuesta, interminable, a seguir aprendiendo”.

Resaltó que la celebración a la Biblioteca del Congreso es dar un paso adelante a favor de la cultura. “De una cultura que no puede ni debe ser oficial ni oficialista, porque los generadores de cultura, escrita o digital, son las y los mexicanos libres, que lo único que requieren del sector público, del gobierno, es respeto y respaldo”.
Mencionó que, en una biblioteca, el conocimiento y las ideas se atesoran y se multiplican.

“Por ello, siempre podemos invertir en ellas. Esa inversión genera dividendos en conocimiento, en la posibilidad de mejorar como persona y así contribuir al bienestar de la comunidad”.