Por: Redacción/

En todos los municipios del Estado de México se ha registrado al menos un feminicidio; no son casos aislados, son inherentes a una descomposición social y a la impunidad que impera en la entidad, afirmó la diputada mexiquense Alma Delia Navarrete Rivera (Morena).

En el contexto desalentador por el que atraviesa el país, la legisladora convocó a la presentación del libro “La fosa del agua. Desapariciones y Feminicidios en el Río de los Remedios”, de la periodista Lydiette Carrión, el próximo 19 de febrero en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

La obra documenta más de 10 casos de feminicidios, que ocurrieron en Ecatepec y Tecámac, en esa demarcación, entre 2011 y 2013.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio señala que más del 70 por ciento de los cadáveres de las víctimas son hallados en terrenos baldíos, aguas negras o basureros.

“Jovencitas, adolescentes y niñas que no deberían tener nada que ver con muestras genéticas y cotejos de ADN, fosas comunes, Ministerios Públicos, morgues, exhumaciones y autopsias; a quienes deberían examinarlas ginecólogos y no médicos forenses; chicas cuyos nombres no deberían estar nunca relacionados con los dragados en el río de los Remedios para rescatar restos humanos, con hallazgos de costales con pedazos de cuerpos humanos entre los montones de basura a un costado de las vías del tren”, escribe Blanche Petrich, en el prólogo que realizó para “La fosa de agua”.

Navarrete Rivera precisó que de los más de 200 casos registrados en la entidad durante 2018, el índice más alto lo tenía el municipio de Ecatepec.

Lamentó que se reporten estos casos como una cifra más, otra nota roja, “ están quitando vidas humanas, de nuestras hijas, de nuestras vecinas y de nuestras compañeras”.

“Es muy lamentable que mi municipio sólo sea conocido por casos negativos, de delincuencia, de violencia, de desapariciones y de feminicidio. Pero si no lo seguimos diciendo, nadie se va a dar cuenta de lo que está pasando”.

La legisladora urgió a visibilizar al feminicidio como el problema “más grave” en Ecatepec. El objetivo del libro es que esta situación se conozca de cerca y haya sensibilización de lo que sufren víctimas y familiares.

La antropóloga y feminista argentina, Rita Laura Segato, en su artículo “Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres”, sugirió llamar “femi-geno-cidios” a las agresiones de género, por la aproximación en sus dimensiones a la categoría “genocidio” debido a las agresiones a mujeres con intención de letalidad y deterioro físico en contextos de impersonalidad, y más cuando sus agresores pertenecen a una estructura patriarcal.

La diputada Navarrete Rivera consideró que nos encontramos ante “un grave problema social, que ya es una emergencia humanitaria”.

Expuso que se tiende a focalizar los casos de manera aislada, tal como sucedió con el feminicida de Ecatepec, quien confesó haber asesinado a 20 mujeres y acaparó la atención de los medios en octubre de 2018. “Sí es un caso muy grave, pero es uno de muchos”.

La escritora Lydiette Carrión relata en su libro cómo se construye la memoria del imaginario colectivo de una sociedad patriarcal, en donde las autoridades a través de la “revictimización” provocan que las personas abandonen el caso o no lleven a cabo una denuncia, y expone que, en ocasiones, los propios padres emprendan tareas de búsqueda.

También menciona que a veces en la opinión pública e incluso en las investigaciones policiacas, persiste la versión de los acusados sobre la de la propia víctima o familiares, a pesar de que a éste se le compruebe haber cometido actos de máxima crueldad.

La diputada afirmó que “nuestro sistema de procuración de justicia está totalmente impregnado de revictimizar, de minimizar los casos”.

El sistema de procuración de justicia es ineficiente y no tiene capacidad de atender a las numerosas carpetas rezagadas, lo cual “acrecienta la impunidad y la impunidad acrecienta la posibilidad de que los criminales sigan delinquiendo”.

La revictimización “es grave” porque obedece “un poco a la cultura machista que tenemos en México. Las prejuzgan, cuando la realidad es que no importa a qué se dedicaran. Es el hecho de que le quitaron la vida una mujer”.

Sin embargo, destacó que lo idóneo es fomentar la denuncia, ya que varios de los casos que se evidencian en redes sociales no cuentan con denuncia penal.

“No podemos dejar de denunciar porque con eso sólo estamos fomentando la impunidad”, ya que las autoridades reportan menos casos de los que realmente suceden, apuntó.

Aseguró que desde su trinchera buscará que mejore la procuración de justicia y que la educación de la sociedad cambie.

Indicó que en el Estado de México existe alerta de género en 11 municipios, así una legislación adecuada y de vanguardia, pero simplemente no se aplica y no ha podido frenar esta ola de feminicidios.

Es necesario que la sociedad civil exija que éstas se apliquen, concluyó.