Redacción

En la Ciudad de México, de los 12 mil 800 semáforos que hay, sólo el 30 por ciento es monitoreado, mientras que del restante 70 por ciento se desconoce el estado en el que se encuentra, señaló el diputado Jesús Serrano Lora (Morena).

Indicó que los semáforos en mal estado, apagados o que no se encuentren en serie, ocasionan complicaciones viales, manteniendo congestionados muchos de los ejes viales de la Ciudad de México.

De acuerdo al índice de Tráfico “TomTom” 2016, que incluye a 35 países del mundo, la Ciudad de México cuenta, por encima de Bangkok, Estambul, Río de Janeiro y Moscú, con mayor congestión de tráfico, afectando a miles de personas por el excesivo tiempo que permanecen en el tráfico, aseguró.

Por ello, propuso en la Comisión Permanente exhortar a los titulares de las secretarías de Seguridad Pública y de Movilidad de la Ciudad de México, a mantener la óptima, permanente y adecuada sincronización de los semáforos, a fin de agilizar el flujo vial, disminuir grandes cantidades de emisiones contaminantes y reducir el estrés por tráfico.

Jesús Serrano explicó que los objetivos de regular las intersecciones mediante semáforos son: reducir y prevenir accidentes, evitar demoras en los peatones y vehículos al intentar cruzar una esquina y disminuir el uso de combustible de los automotores y la emisión de contaminantes al aire.

Expresó que las consecuencias de las fallas de los semáforos no sólo se quedan en congestionamientos y estrés generado por el tiempo que tarda una persona para llegar a su destino (59 por ciento más que en una situación ideal de fluidez), sino en grandes cantidades de contaminación, ya que en los últimos meses las concentraciones de ozono en la Ciudad de México han resultado alarmantes.

El tráfico intenso causa problemas económicos y medioambientales que requieren soluciones, mediante la creación de infraestructura como puentes o túneles y la gestión de elementos que regulan el tráfico dentro de la ciudad (pasos de peatones, rotondas y semáforos).

Un estudio realizado por la Universidad de Surrey del Reino Unido, señala que donde existen semáforos se concentra mayor contaminación debido a las sustancias tóxicas que emiten los vehículos, pues cuando los carros arrancan y aceleran la acumulación de tóxicos es 29 veces mayor que durante el tráfico fluido, refirió.

En ese sentido, afirmó, se requiere que las autoridades supervisen la sincronización de los semáforos conforme a lo dispuesto por el artículo 221 de la Ley de Movilidad del Distrito Federal, que dice: “Seguridad Pública, en coordinación con la Secretaría (de Movilidad), deberá garantizar que la programación del sistema de semaforización vial optimice el uso de las vialidades y la eficiencia del tránsito, considerando niveles de servicio óptimos para todos los usuarios de la vía, de acuerdo a la jerarquía de movilidad”.

El diputado Serrano abundó que si los semáforos están correctamente programados y sincronizados ayudarán a mantener el correcto funcionamiento de las vialidades, mejorar la circulación y el orden del tránsito vehicular, a fin de evitar congestionamientos y accidentes, así como lograr desplazamientos más rápidos, menor estrés por el tráfico, ahorro de combustible y disminución de emisiones de sustancias contaminantes.