Por: Jorge Hernández

La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, iniciada el pasado 30 de noviembre en París, conoció este sábado el documento “Acuerdo de París”, de 31 páginas, 29 artículos y un amplio preámbulo que incluye todas las materias tratadas para un nuevo marco en la lucha contra el reto climático.

El texto  propuesto por la presidencia francesa de la COP21 sobre Cambio Climático, y aún pendiente de ser aprobado, reporta avances que abren la ruta para una lucha global contra el fenómeno, y establece nuevos mecanismos para su desarrollo.

De los principales avances que se consideran, está la creación de mecanismos para que las contribuciones nacionales sean revisadas cada cinco años, y que sea ese periodo en que se incremente el nivel de ambición. Este acuerdo establece un mayor equilibrio entre acciones, compromisos y cooperación de adaptación y mitigación, ya que antes era mayor lo que se pedía para lo segundo.

Entre las principales aportaciones de este acuerdo está el que, a diferencia del Protocolo de Kioto de 1997 que descargaba la mayor responsabilidad en países desarrollados, este es global y se fortalece de las contribuciones nacionales, hasta ahora presentadas por 186 países.

El acuerdo no establece claramente el término de jurídicamente vinculante (que genera obligaciones), pero abre la puerta a que las contribuciones nacionales lo sean dentro de cada país y quienes no lo asuman así tengan eso como compromiso internacional.

En su presentación, el presidente de la COP21 y ministro francés de Asuntos Extranjeros, Laurent Fabius aseguró que se trata de un texto es equilibrado, contiene “los principales elementos que antes era imposible que fueran parte del acuerdo”.

Las responsabilidades diferenciadas fue uno de los temas más discutidos en estas dos semanas de conferencia, y en ello se evidenció la resistencia de India, así como de países productores de petróleo como Arabia Saudita, Venezuela y otros a asumir mayores compromisos.