Por: Redacción

La Comisión de Ciencia y Tecnología, que preside el diputado Carlos Gutiérrez García (Nueva Alianza), aprobó un dictamen para que el Estado impulse el desarrollo de las vocaciones y capacidades científicas, tecnológicas y de innovación, con el objetivo de fortalecer el conocimiento y la investigación de la resiliencia y reducción de riesgos para el caso de desastres naturales y antropogénicos.

El dictamen, que adiciona una fracción IX al artículo 2º de la Ley de Ciencia y Tecnología, refiere que actualmente la falta de una masa crítica que permita realizar estas investigaciones ha requerido buscar recursos humanos calificados en el extranjero, lo cual constituye una seria preocupación pues la nación debe contar con sus propios ciudadanos calificados que permitan una soberanía intelectual frente a otras naciones.

La diputada Mirza Flores Gómez (Movimiento Ciudadano), promovente de la propuesta, explicó que con la reforma se busca ampliar el catálogo de investigaciones que se deben impulsar, apoyar y fortalecer dentro de la academia y la ciencia en este país.

Enfatizó que es necesario fomentar la vocación y el conocimiento en materia de reducción de riesgo y casos de desastre para que se deje de importar conocimiento y “sean nuestros científicos los que tomen la batuta en estos temas”.

Con ello, agregó, no solamente se previene la pérdida de vidas humanas, sino también a reducir la merma económica para el país, porque cuestan mucho dinero los desastres naturales.

Refirió que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), al país le cuestan 870 millones de dólares anuales los desastres ocasionados por agua; entonces, “invertir en conocimiento y prevención significa que se ahorre dinero del erario público para que se invierta en otras áreas”.

La comisión también aprobó un punto de acuerdo para exhortar a los gobiernos de las entidades federativas y a los congresos locales a ampliar los incentivos fiscales a ciencia, tecnología e innovación, así como fortalecer y extender los programas y políticas para una mayor participación del sector empresarial en ciencia y tecnología.

Asimismo, se pide al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) fortalecer y extender en todo el territorio nacional las acciones de vinculación entre investigadores, academia, el empresariado y la industria, a fin de facilitar la incorporación de expertos en el sector productivo.

También se avaló otro exhorto para que el titular del Conacyt publique la convocatoria del Programa de Investigación Científica Básica para 2016 y dé a conocer el calendario en que se publicarán los avisos dirigidos a científicos e investigadores de los programas de la institución.

Durante la reunión, alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informaron a los diputados que por primera vez cinco estudiantes mexicanos han sido elegidos para asistir al programa de Estudios Espaciales de la Universidad del Sur de Australia.

Luis Ángel Castellanos, estudiante de Ingeniería Eléctrica-Electrónica, precisó que asistirá junto con cuatro de sus compañeros, quienes formarán parte de las 30 personas que acuden a nivel mundial a participar en dicho programa.

Este programa pertenece a la International Space University (ISU), una de las instituciones de mayor importancia en el sector espacial internacional, y en el cual México, hasta ahora, no había tenido representación.

A la reunión acudieron el director de Ventas de Datacenter para Latinoamérica de Intel, Mario Alfonso Ramírez Mendoza, y Pablo Eduardo Padilla Reyes, especialista técnico de industria para Gobierno y Educación en México de esa misma empresa, quienes expusieron la presentación “El impacto de súper cómputo en el desarrollo económico de un país”, y solicitaron a los legisladores impulsar una inversión en las academias, pero con un proyecto autosustentable y establecer políticas que permitan el desarrollo social.