Por: Patricia Ramírez

En el mundo, al año 2.3 millones de personas mueren en su lugar de trabajo y acontecen 300 millones de accidentes por las condiciones en las que se labora, sin embargo, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estas cifras aún no reflejan la verdadera magnitud del problema y las complicaciones socioeconómicas que generan a trabajadores y sus familiares.

Ante la situación, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifestó la urgencia de mejorar las cifras nacionales de muertes y accidentes, al igual que conseguir información más exacta para comprender las consecuencias y poder diseñar políticas que contribuyan a mejorar la seguridad y salud en el trabajo.

Es indispensable detectar los peligros, riesgos y sectores expuestos que existen para implantar las políticas, sistemas y programas nacionales en empresas. De la misma manera se debe ayudar a detectar las enfermedades profesionales que contribuirán a establecer medidas, declaró Guy Ryder, director general de la OIT.

Y con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo se reafirmó el compromiso de ayudar a los Estados miembros de la OIT para evitar continuar con esta problemática, incluyendo el uso de la “Caja de herramientas”, guía con recomendaciones para mejorar el uso de datos.