Por: Redacción 

El Secretario General de la Alianza Campesina del Noroeste, Raúl Pérez Bedolla, advirtió que tendremos una perspectiva de encarecimiento de productos agrícolas a partir de diciembre y se recrudecerá a partir de marzo del próximo año como producto de la devaluación del peso frente al dólar de alrededor del 30% y el encarecimiento de los insumos agrícolas como son fertilizantes y agroquímicos.

Mencionó que en el ciclo agrícola otoño – invierno, se preparan las tierras para la siembra, se cosecha el 90 por ciento de los alimentos que satisface la demanda del mercado nacional como son maíz, trigo, sorgo, cebada, entre otros.

Precisó el dirigente de ALCANO que el incremento en el precio de los alimentos básicos para la población mexicana podrían rondar el 30 por ciento o más si es que la Secretaría de Economía no interviene y frena a los intermediarios y coyotes.

En entrevista, señaló que otro punto que habrá que considerar en los precios de alimentos es la liberación de las gasolinas y diésel que propuso la Secretaría de Hacienda y que fue aprobado por la Cámara de Diputados al validar la Ley de Ingresos de la Federación para 2017.

“Los costos en dólares que impacta el proceso productivo forzosamente hará más caro los alimentos y forzosamente se trasladara al consumidor y si aparte de eso intervienen los coyotes eso lo hacen todavía más caro”, alertó.

El riesgo principal es de un aumento en el precio previsto de los alimentos por la evolución en las cotizaciones de los energéticos, seguido por alteraciones climáticas. “Los precios de la energía afectan el precio de la mayoría de las materias primas agrícolas directamente, a través del combustible y otros costos energéticos –como electricidad–, y de manera indirecta por la variación en el precio de químicos y fertilizantes empleados en la actividad”.

Detalló, Raúl Pérez Bedolla, que con estos nuevos precios debemos estar ya muy atentos y pedirle a la Secretaría de Economía que vigile que no venga con mayores abusos los incrementos de estos productos como son los fertilizantes y agroquímicos.

Otro problema que enfrentan los pequeños productores es el financiamiento para producir alimentos ante el alto costo de insumos.

“El grave problema es que la Financiera Nacional no tiene la estructura necesaria para atender uno por uno a todos estos campesinos que no tienen crédito, está diseñada como banca de segundo piso con lo cual se requiere de intermediarios financieros pero además se prevé un encarecimiento del crédito”, dijo.

Otro problema son las trabas que se ponen en las agencias de la financiera nacional, la burocracia y la reglamentación interna, los comités estatales, regionales y nacionales para poder acceder a los créditos.

El dirigente de ALCANO se refirió al Presupuesto 2017 propuesto para el campo el cual, insistió, debe registrar una reasignación de recursos a fin de aminorar el impacto de los vaivenes cambiarios y de la liberación de los combustibles pues hay programa de reconversión productiva pero que no vemos que se centre en los productos básicos y estratégicos que mandata la ley de desarrollo rural.

Tenemos políticas que tienen que ser revisadas y adecuarlas como es el Procampo y ProGan acciones gubernamentales que otorgan mayor monto para el menor grupo de productores y el menor monto a la gran mayoría de la base productiva.

Es la gran oportunidad que tiene el secretario de Agricultura, José Calzada, de la Secretaria de Economía, Ildefonso Guajardo y el mismo de Sedesol, Luis Enrique Miranda, para hacer un ajuste de verdad en los programas que tienen y las reglas de operación para beneficio de la población objetivo, de los niveles de apoyo hacia que grupos vulnerables.