Por: Redacción

El Grupo de Gestión Estratégica de la Innovación Tecnológica (GEI) del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM fue galardonado con el Premio Innovagro 2016, que reconoce a las instituciones y organizaciones que destacan por su contribución en la creación y/o gestión de iniciativas de innovación en el sector agroalimentario.

El reconocimiento es otorgado por la Red de Gestión de la Innovación en el Sector Agroalimentario (Red Innovagro), que promueve la participación de diversos países de América Latina y Europa, entre ellos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Holanda, España, Guatemala, Israel, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Su misión es “promover, difundir y posicionar una cultura de innovación en los actores estratégicos de los sistemas de innovación agroalimentarios mediante acciones de cooperación e intercambio, servicios y sistemas de información”.

El GEI, que ocupó el tercer sitio en la categoría de Innovación Institucional, forma parte del Departamento de Tecnologías de la Información del CCADET. El objeto de estudio del grupo es la gestión de la tecnología, definida como “el conjunto de técnicas que permite identificar el potencial y los problemas tecnológicos de las organizaciones, con el fin de elaborar e implantar sus planes de innovación y mejora continua, a efectos de reforzar su competitividad”.

La misión de los universitarios (galardonados en el marco del VI Encuentro de la Red Innovagro, efectuado en Zacatecas) es hacer contribuciones académicas, originales y relevantes para la gestión estratégica de la innovación en diferentes ambientes institucionales, así como promover la aplicación de los conocimientos generados a través de la prestación de servicios especializados y la formación de recursos humanos en diversos sectores.

La académica Rosario Castañón Ibarra, integrante del GEI, mencionó que el grupo se ha encargado de fomentar mecanismos para vincular a los actores de la innovación tecnológica en general y, en particular, para el sector agroalimentario.

“En ese sentido, la propuesta ganadora fue la organización que hemos realizado para conformar redes de apoyo y soporte en torno al proceso de innovación agroalimentaria”, sostuvo la universitaria.

El GEI es un pequeño grupo de investigadores, coordinado por José Luis Solleiro Rebolledo, que desde hace dos décadas trabaja en el tema de innovación tecnológica en el sector agroalimentario. “Nuestra aportación es revisar esta área desde una perspectiva multidisciplinaria y multiinstitucional. A través de diferentes proyectos hemos podido conjuntar los esfuerzos de gobiernos federales y estatales, así como de instituciones de educación superior y empresas”, explicó la investigadora.

Los integrantes del GEI han construido modelos para interactuar y construir redes. “Por ejemplo, desde hace tiempo hacemos trabajos sobre innovación tecnológica en diferentes rubros, como propiedad intelectual y derechos de obtentor de variedades vegetales”.

Recordó que hace 20 años, aproximadamente, el GEI participó en la propuesta de la Ley Federal de Variedades Vegetales, misma que fue llevada a las cámaras, donde se revisó y salió adelante. Actualmente se colabora activamente con la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales para formar especialistas en esta materia.

Asimismo, abundó, “contribuimos en la regulación de bioseguridad, cuando el tema de transgénicos se puso a debate, a mediados de los años 90”.

Además, el grupo colabora con la Red Innovagro, vínculo a través del cual se diseñó y ejecutó, en mayo de 2013, un diplomado sobre la gestión tecnológica en el sector agroalimentario, el cual se llevó a cabo en la Ciudad de México y en el que participaron profesionales de diversos países de América Latina, España e Israel.

En dicho diplomado se abordaron temas asociados a la innovación tecnológica, como la propiedad intelectual, la importancia de la vigilancia tecnológica para estar al día en torno a lo que hacen los líderes en la materia y cómo acortar las brechas tecnológicas, sobre todo desde la perspectiva de Pymes (pequeña y mediana empresa), explicó Rosario Castañón Ibarra.

“Esa fue la base; posteriormente, en colaboración con Innovagro se planeó y estableció un diplomado en línea, con la finalidad de tener un mayor alcance”. Este diplomado está ya en su segunda edición y tiene más de 150 alumnos de la región iberoamericana.
Al referirse al Premio Innovagro 2016, Castañón Ibarra resaltó la importancia de éste, pues es un reconocimiento a la labor académica de muchos años, encaminada a la promoción de la cultura de la innovación, un campo en el que se han hecho muchos esfuerzos; sin embargo, “persiste el vacío”.

Por otra parte, concluyó, no se trata de un premio a un proyecto individual, sino a una trayectoria que ha dado frutos como el diseño de diversos instrumentos institucionales para fomentar la innovación y la transferencia de tecnología.