Por: Risso Alberto

El astronauta Tim Peake entregó el miércoles por la noche el Brit Award al mayor éxito mundial a la cantante Adele,quien se impuso en una gala marcada por el homenaje al reciente fallecido David Bowie.

“Todos somos grandes seguidores aquí”, dijo Peake en un mensaje grabado desde la Estación Espacial Internacional, añadiendo que la exitosa cantante había “conquistado al mundo”.

Adele se alzó con el galardón al mayor éxito mundial por su último disco 25, por el que también obtuvo el premio al mejor álbum del año, al mejor sencillo por Hello y a la mejor artista femenina.

Adele subió al escenario entre lágrimas. “Mi hijo va a pensar que soy muy cool”, dijo Adele, para quien el premio al éxito mundial “no está mal para una chica de Tottenham a quien no le gusta volar”.

En otro momento, el actor Gary Oldman y la cantante Annie Lennox rindieron un sentido homenaje a Bowie, la leyenda del rock británica que murió inesperadamente de cáncer el 10 de enero.

“David, tu eras mortal pero tu potencial era sobrehumano y tu excepcional música sigue entre nosotros. Te amamos y te damos las gracias”, dijo Oldman.

La gala comenzó con Coldplay, que se llevó a casa su cuarto premio Brit al mejor grupo por su séptimo y posiblemente último álbum por A Head Full of Dreams.

Chris Martin dedicó el premio a “todos los jóvenes hombres y mujeres músicos en campos de refugiados de todo el mundo. Ellos podrían estar en nuestro lugar y nosotros en el de ellos, así que les enviamos todo nuestro amor”.

Justin Bieber se proclamó mejor artista internacional en una velada, en la que Rihanna hizo temblar el O2 Arena con la interpretación de su nuevo trabajo Work junto al rapero Drake.

James Bay obtuvo el premio al mejor artista masculino, mientras que Bjork se alzó con el reconocimiento a la mejor artista internacional. Las bandas Tame Impala y One Direction fueron otros de los premiados.

Los premios Brit se han entregado durante 40 años pero siguen sin suscitar unanimidad, y en los últimos tiempos se les ha criticado por ser demasiado poco aventureros y recompensar sólo a artistas convencionales.