Por: Erik Pérez

El Sistema  de Transporte Colectivo (STC) Metro rinde homenaje a Santo, El Enmascarado de Plata, con la emisión de un boleto conmemorativo.

Durante el acto, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera señaló que el personaje representa además un deporte,  un espectáculo y es una tradición (…) nos da mucho orgullo que sea un luchador de la Ciudad de México quien haya llevado esta figura tan alto, a un lugar verdaderamente importante en los anales y el recuerdo de esta ciudad.

“Por eso para nosotros se vuelve una tarea también necesaria, reconocer todo lo que simboliza El Santo. Ahora la figura de El Hijo del Santo, que sigue llevando esta tradición y sigue representando, y sigue impulsando la lucha libre, la tradición de la lucha libre, todo el ambiente de la lucha libre”.

210616 FOTO MIGUEL ÁNGEL MANCERA-BOLETO STC “EL SANTO” 5

Cuando corrió la noticia de que El Enmascarado de Plata falleció el  5 de Febrero de 1984, miles de corazones destrozados sufrieron la pérdida de un héroe. Denotando de esta manera la inmensidad de lo que fue el gladiador  más grande en la historia de la lucha libre mexicana, hoy El Santo es recordado por decenas de miles de personas y admirado por mucha más como una figura de esfuerzo, dedicación, humildad y reconocimiento,

Por esta razón el Servicio de Transporte Colectivo Metro decidió conmemorar al ídolo de Tulancingo, Hidalgo con un boleto, simbolismo que solo pueden presumir grandes figuras del folklor y cultura mexicana, así Santo suma una parte más a su gran repertorio de homenajes post-morten después de 32 años de su inesperado final.

Rodolfo Guzmán Huerta nació en 1917 en Tulancingo, Hidalgo, lugar de donde eran provenientes sus padres, Jesús Guzmán Campuzano y Josefina Huerta Márquez. Pero su carrera no comenzó en aquel municipio lleno de cultura gastronómica, ya que durante su niñez su familia decidió desplazarse a la Capital mexicana.

Guzmán Huerta comenzó a practicar diversos deportes en su juventud, como el béisbol, el futbol americano y la lucha grecorromana. Esta última llevó al joven de 18 años a debutar como luchador profesional en pequeñas arenas de su entorno cercano bajo el nombre de ‘Rudy Guzmán’.

El Santo

Fue entonces cuando comenzó una carrera difícil por el gusto y aceptación de la gente, pasando por personajes como ‘El Hombre rojo’ y ‘El Murciélago II’, nombre que perdió por derechos de autor, pero en 1942 con ayuda de Jesús Lomelí, instructor de la Empresa Mundial de Lucha Libre (EMLL)  creó el personaje que lo llevó a la gloria, ‘El Santo’.

Su debut con este personaje el 26 de Julio de 1942 causó un antes y un después en la lucha libre mexicana, pues además de representar el nacimiento de un nuevo ídolo, también se vio nacer el personaje más despiadado hasta ese momento, pues ‘El enmascarado de Plata’ fue el primer descalificado por agredir a la autoridad. Esta actitud lo llevó instantáneamente al bando rudo donde formó gran parte de su carrera luchística.

Una vez con un nombre reconocido y carteles de gran rudo, enfrentó su primer gran reto el 16 de agosto de 1942, cuando perdió su primera lucha con Bobby Bonales. Preocupado por su derrota y con un gran apoyo del público, tomo una de las decisiones que marcaría su carrera, “Me propuse a conservar mi máscara contra viento y marea”, desde entonces y hasta 1984 nunca dio a conocer su identidad como persona.

EL SANTO

Ya con una identidad como luchador comenzaron los retos sobre el encordado, enfrentó a luchadores de la talla de ‘El Murciélago’ Velázquez, ‘Tarzan’ López y  ‘Bobby Bonales’, con quienes protagonizó grandes luchas estelares en la nueva Arena Coliseo, lugar que se convertiría en su casa luchística y donde gano y perdió en años consecutivos diversos campeonatos Welter y de peso medio.

A mediados de los 40´s el Santo formó una mancuerna exquisita con Salvador ‘Gory’ Guerrero, quien no solo brindó gran apoyo al enmascarado en el interior de la república, sino que también le obsequio a ‘El Santo’ una de sus mayores glorias, una llave donde se castigaba a la espalda y a los brazos a la vez, haciendo irresistible la sumisión, ‘La de a Caballo’.

Una vez entrados los años 50´s José G. Cruz cambió la perspectiva de Guzmán Huerta, cuando creó una serie de historietas donde el gladiador era el personaje principal, fue entonces cuando la catarsis que causó la televisión, las historietas y la lucha libre elevó a el mejor luchador del país a ser una figura pública reconocida en el ambiente nacional. Este boom mediático se vio enmarcado por una de las luchas más taquilleras que el pancracio nacional pueda presumir.

Esta fue la lucha de apuestas entre El Santo y Black Shadow, donde el Ídolo nacional destapó al experimentado luchador después de una de más difíciles luchas. Después de una caída para ambos luchadores se vive una tercera caída apremiante, Shadow intenta un tope suicida que tiene como destino el salir del ring, una vez dentro Santo aplica una tijeras impulsado solo por la lona y lo culmina con una ‘Ranita’, ganado así su mayor premio, una máscara.

A partir de ese momento su tiempo se repartiría en tres cosas, primero el amor al deporte, segundo la zaga de héroe que G. Cruz le brindó y tercero la actuación en películas. La primera la realizó en 1958, a lo que le siguió una carrera de más de 50 filmes que lo colocaron como uno de los actores más reconocidos a nivel nacional.

El 30 de noviembre de 1963 el personaje mexicano vivió una de sus mayores afrentas luchsiticas, cuando enfrentó al Espanto I en una lucha de apuestas. Incluso algunos testigos de aquella batalla la describen como una de las más sangrientas en la historia de la lucha libre de México. Erasto García, reconocido aficionado del pancracio, recuerda que al terminar ésta, El Santo semiinconsciente, le preguntó quién había ganado. A lo que el gran seguidor solo pudo contestar “Usted Profe”.

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En 1977 comenzó la última etapa del luchador, ya que en este año una ruptura en EMLL causó que un sector independiente se formara y eligiera como sede El Toreo de Cuatro Caminos, donde se protagonizaron grandes carteles. Entre ellos el más doloroso para Guzmán Huerta, su retiro el 12 de Septiembre de 1982, cuando EL Santo perdió su última lucha como gladiador profesional y se retiró de los encordados,

Aun enmascarado continuo haciendo diversos shows, como de escapismo en el Teatro Blanquita, o de exhibición de lucha libre, hasta Enero de 1984, cuando el programa Contrapunto con Jacobo Zabludowsky se desenmascaró por primera vez en su carrera, dejando en claro que ya no tenía sentido guardar su incógnita.

Como una premonición de una final anunciado, Santo falleció unos días después, el 5 de Febrero de 1984 se dio la noticia de que el ídolo de los encordados, el magnífico Santo había muerto por un infarto. Más de 10000 personas se encargaron de despedirlo con una inolvidable grito muy clásico del pancracio ¡Santo, Santo, Santo!