Por: César Cuervo

La Agencia Libre de la NBA regaló sorpresas para los aficionados, tales como la firma de Kevin Durant por los Warriors de Golden State que formarán un equipo de miedo y el regreso de jugadores veteranos a retirarse con sus equipos de toda la vida. Dirk Nowitzki y Manu Ginóbili firmaron con Dallas y San Antonio respectivamente para poder retirarse con la franquicia que los trajo a la NBA en sus primeros años.

Recientemente el alemán renovó con los Mavericks en un contrato de 2 años y 40 millones de dólares a los 38 años de edad, lo cual significa que se retirará a los 40 años y sólo ha vestido una camiseta en la NBA, la de los “Mavs”. En una época en la que los basquetbolistas se pasan de un equipo a otro sin pensar en el desarraigo que generan, los de Nowitzki es una excepción que hace cumplir la regla. Además del caso del europeo, hay otros casos dentro de la NBA que se han suscitado y valen la pena analizarlos.

Otro de los casos que han pasado de este tipo es de uno de los mejores bases en la historia de la NBA, John Stockton. El nacido en Washington llegó a la liga en el Draft de 1984 elegido en la posición número 16 de aquel año por el Jazz de Utah y nunca más vistió otra playera que no fuera la de Utah. Aunque también, en aquellos días los salarios eran mucho menores a los que vemos ahora y eso pudo haber influido, Stockton es el máximo asistente de la NBA y por mucho.

David Robinson, pívot estrella de los Spurs de San Antonio en los 90’s, llegó a la NBA en el primer puesto del Draft de 1987 y durante su carrera se dedicó en cuerpo y alma a los colores de los texanos. Pese a que era una estrella de la liga y no podía conseguir un campeonato, nunca decidió cambiar de colores en busca de un título y se dedicó a mejorar a su equipo. Terminó consiguiendo el anillo cuando Tim Duncan llegó a la franquicia a finales de la década de los 90´s.

Y si hablamos de Tim Duncan también es hablar de fidelidad a un equipo, Duncan junto a Manu Gonóbili recientemente renovaron sus contratos con los Spurs en busca de conseguir un campeonato más con la llegada del español Pau Gasol. El pívot y el argentino han demostrado que el dinero no lo es todo y en los últimos años bajaron su sueldo para que el club pudiera firmar mayor talento y pelear por campeonatos.

En una época en donde el dinero le gana a los colores, lo de Nowitzki, Dunca y Ginóbili es una muestra de que cuando se siente la camiseta, no hay contrato que gane.