Por: Luis Fernando Meneses

Muchas veces no se requiere de un gran poderío para ganar una guerra, pues en algunas ocasiones, la clave está en tener una estrategia fuerte para vencer al rival, quizá fue por eso que el ejército austro-húngaro reclutó durante la Primera Guerra Mundial al ajedrecista Savielly Tartakower.

El gran maestro internacional del ajedrez de origen polaco, pasó su infancia en el imperio austro-húngaro y se establecieron en Viena, donde vivió su juventud. Pese a que se graduó en la escuela de leyes de Ginebra y Viena se interesó por el ajedrez y frecuentaba un café de Viena donde se pudo enfrentar con los mayores exponentes en su tiempo, donde le ganó incluso al gran Géza Maóczy.

Cosechó éxitos en el ajedrez hasta que fue inscrito en el ejército austro-húngaro como oficial de staff, gracias a su conocimiento en el arte bélico.

Después de eso se convirtió en embajador honorífico de Polonia y en Francia continuó dedicándose al ajedrez, logrando grandes victorias y llegando a escribir vario libros de la disciplina entre los cuales está El juego de ajedrez hipermoderno.

Representó en seis Olimpiadas de ajedrez a Polonia. En sus participaciones obtuvo individualmente  una medalla de oro en 1931, otras de bronce en 1933 y 1935, por si fuera apoco cinco más en equipo:una de oro, dos de plata y dos de bronce.

Regresó a Francia poco antes de la ocupación alemana en 1940 y se puso bajo las órdenes del general Charles de Gaulle. Al término de la Segunda Guerra Mundial se hizó con la nacionalidad francesa, país al que representó en las Olimpiadas de la materia en 1950. Tiempo después se le dio el título de gran maestro internacional. Falleció el 4 de febrero de 1956.