Por: Nilda Olvera/

La física y astronauta Sally Ride es recordad,a a la fecha, como la primera mujer de Estados Unidos en ser enviada por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) al espacio exterior a bordo del transportador espacial Challenger en 1983 cuando sólo contaba con 32 años.

Sally nació el 26 de mayo de 1951 en Los Ángeles. Desde pequeña destaco por su afición por el tenis y por su pasión por la ciencia, llevándola a que a unos años posteriores se graduara de la universidad de Swarthmore College en inglés y en la Universidad de Stanford en física, para que luego se introdujera en la investigación de la astrofísica.

Ingresó a la NASA después de haber visto un anuncio en un periódico donde se solicitaban personas para el programa espacial, siendo una de las primeras seis mujeres entrenadas por la NASA donde se le sometió al duro entrenamiento de salto en paracaídas, supervivencia en el océano y movimiento en gravedad cero, por mencionar algunos.

La primera misión que tuvo duró 147 horas en donde realizó una decena de trabajos en satélites y otros aparatos, un año después en segundo vuelo espacial llegó a estar más de 343 horas. Cuando tenía planeado regresar en 1986, decidió ya no hacerlo, pues justo sucedió el trágico accidente del transbordador Challenger en donde había viajado anteriormente, éste se rompió a los 73 segundos después de su lanzamiento y las siete personas que iban a bordo perdieron la vida.

Sally dijo adiós a la NASA en 1987 y se dedicó a la investigación y a la docencia, se convirtió en profesora en la Universidad de San Diego, entró a formar parte del Centro Internacional para la Seguridad y el Control de Armamentos de la Universidad de Stanford. Y también fue coautora de diversos libros en los que se encuentran “Al espacio y volver”, “El tercer planeta” y “El misterio de marte”.

Además, fundó la compañía “Sally Radi Science” dedicada a la divulgación de la ciencia, la tecnología, las matemáticas y la ingeniería entre los jóvenes, también fue incluida en los Salones de la Fama Nacional de la Mujer y el Astronauta Hall de la fama.

Después de una larga lucha contra el cáncer de páncreas que padecía, Sally falleció en su hogar de San Diego el 23 de julio del 2012 a la edad de 61 años. En la actualidad Sally es recordada por ser una heroína americana, rompió las barreras del género de aquella época siendo un modelo de inspiración para miles de mujeres.