Por: Redacción

El intercambio de actores entre el mundo del teatro y la naciente industria cinematográfica, como Silvia Pinal e Ignacio López Tarso, fue uno de los primeros pasos que establecieron la estrecha relación entre las dos disciplinas; la migración recíproca continúa hasta la fecha con personajes como Alonso Ruizpalacios.

Este fenómeno y varios más son el propósito de estudio de Dos amantes furtivos: Cine y teatro mexicanos, una colección de ensayos coordinada por Hugo Lara Chávez y editada por Paralelo 21, que fue presentada en la Sala 4, Arcady Boytler, de la Cineteca Nacional.

“Algo que les puede gustar del libro es que reúne diversas plumas de distintos orígenes y estilos. Hay académicos, hay cineastas, gente que ha estado vinculada al teatro… periodistas también. Entonces en esta combinación, este libro colectivo que es un gusto hacer con tantos amigos y admirados especialistas, ojalá ustedes también lo disfruten”, comentó el compilador durante la presentación.

Moderado por Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional, el panel también contó con la presencia de los coautores Víctor Ugalde, Álvaro Vázquez Mantecón y del editor Alejandro Toussaint.

Los 11 ensayistas participantes, provenientes de diversos ámbitos culturales y abordando a autores y filmes presentes en los últimos 80 años de cine mexicano, son Eduardo Díaz de la Vega, Roberto Fiesco, Pedro Paunero, Elisa Lozano, Raúl Miranda y Sergio Huidobro. “Esta visión panorámica y de largo plazo me parece, sin duda, acertada”, aseguró Vázquez Mantecón.

Los ensayos están acompañados de una serie de fotografías que retratan a los actores, escenarios y rodajes protagonistas de Dos amantes furtivos: Cine y teatro mexicanos, obtenidas principalmente de la colección de Roberto Fiesco y del archivo de la Cineteca Nacional.

Antes de concluir la presentación, Alejandro Pelayo resaltó a Los albañiles (Jorge Fons, 1976) como un gran ejemplo de la traducción al cine de una obra teatral. “En este cine de los setenta hay una evolución del lenguaje cinematográfico y hay propuestas no solamente de contenido, sino autorales y de nuevo lenguaje”, aseguró. La obra de Vicente Leñero es ampliamente referida en el libro.