Por: Redacción/

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) proyecta un nuevo recinto en el Centro Histórico de la Ciudad de México donde desarrollaría funciones sustantivas de docencia, investigación y preservación y difusión de la cultura, declaró el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de esta casa de estudios.

Para la institución resulta de gran relevancia sumar un espacio más de alto valor artístico para fortalecer su misión de establecer polos de desarrollo cultural, una de las obligaciones de la universidad pública, señaló durante un recorrido por el inmueble, ubicado en la calle de Uruguay número 25, en el centro capitalino.

“Estamos trabajando para iniciar este proyecto lo antes posible y creo que puede ser uno de los más significativos de esta gestión”, manifestó acerca del inmueble de arquitectura ecléctica afrancesada de la época porfirista terminado de construir en 1914 por el ingeniero Leopoldo Vigil.

La idea es otorgar a la nueva instalación usos distintos y no sólo de índole cultural, ya que en lo académico “nos habilitaría la posibilidad de impulsar la creación de un centro de lenguas extranjeras y realizar congresos y seminarios”, sostuvo el maestro Francisco Mata Rosas, coordinador general de Difusión de la Casa abierta al tiempo.

La UAM carece hasta el momento de un recinto con capacidad para albergar hasta 500 personas, además de que el valor arquitectónico de la nueva instalación “es enorme, por lo que sin duda se convertirá en uno de los grandes atractivos del centro de la Ciudad de México y ya desde ahora, aun sin restaurar, la gente viene y toma fotos al edificio, por ser emblemático de esta área”, destacó.

Las unidades académicas deberán sentir como propio este proyecto de toda la universidad, al que se sumarán también esfuerzos externos y combina la arquitectura histórica con programas de vanguardia.

En total tiene seis niveles, una planta baja y cinco entrepisos que suman dos mil 534 metros cuadrados, que podrán utilizarse como foro multiusos para iniciativas de artes visuales, escénicas y audiovisuales: exposiciones, teatro, danza, música y cine, así como para ofrecer talleres y servicios de tienda, librería, cafetería y laboratorios de experimentación artística.

El inmueble fue asiento del cine Palacio Blanco y más tarde ocupado por el círculo francés para la realización de actos sociales; fue propiedad de la editorial Patria, hasta que en 2009 el gobierno federal lo entregó en comodato a la UAM, con el objetivo de preservarlo y activarlo como un punto que aliente el conocimiento, la vida cultural y el turismo.

Está programada una primera intervención para este año que consistirá en acondicionar la planta baja y el primer piso, con el fin de recibir las primeras propuestas artísticas; paralelamente la universidad buscará recabar más recursos que serían destinados a rescatar el resto de las instalaciones.