Por: Redacción

Los espectáculos dancísticos de calidad “mantienen vivo el compromiso del arte frente a la sociedad que los apoya y genera, lo cual nos motiva a ser mejores artistas, pues ante eso no se puede ser indiferente”, señaló el maestro Óscar Ruvalcaba.

El bailarín y coreógrafo presentará al frente de Óscar Ruvalcaba Cía. durante todo el mes de julio en el Foro Casa de la Paz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) un programa que comprende Sara tenía 90 años –los miércoles, a partir del día 5 a las 20:00 horas– Memoria desvanecida –los jueves a las 20:00 horas– y El buen salvaje, viernes y sábados, a las 20:00 y las 19:00 horas, respectivamente.

Estas piezas integran parte del repertorio estelar con el que el coreógrafo se ha consolidado ante el público y la crítica.

Ruvalcaba realiza una residencia artística en el recinto universitario cuyo reto es demostrar el rango y la capacidad de la compañía para “mantener un espacio escénico vivo y propositivo” mediante el talento de sus bailarines: Yazmín Rodríguez, Marcos Sánchez, Saúl Gurrola y Gerardo Guerrero, y del interés de un público cautivo”.

Sara tenía 90 años, inspirada en el personaje bíblico de Sara, esposa de Abraham y madre de Isaac a quien a los 90 años Dios concedió la gracia de tener un hijo, propone que el universo es más que una cadena lineal de causa y efecto, pues es una esfera de acontecimientos, pulsiones y dimensiones que se afectan continuamente.

Para fortuna de la humanidad su realidad no es tan plana, su universo es holográfico consciente y no mecánico lineal, señala Ruvalcaba respecto de la pieza que será interpretada por Yazmín Rodríguez, becaria del Programa Creadores Escénicos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).

Marcos Sánchez estelariza Memoria desvanecida, la cual surge de la figura del padre como parte masculina de la psique y principio de la imaginación creativa y la capacidad de imaginar y realizar. Es como un mago, aquel que imagina, planea, dirige y concreta, en tanto el espectador pone en juego sus capacidades de visualización creativa, detonando su capacidad para imaginar y trazar su propio mapa.

La compañía –con todos sus integrantes– montará El Buen Salvaje, inspirada en la reflexión del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau respecto de que el hombre es bueno por naturaleza y la sociedad lo corrompe. El mensaje es que la inocencia es un elemento fundamental en el sentido de la felicidad que permite contactar experiencias más amplias “para abrirnos a otros universos”.

El maestro Ruvalcaba, acompañado de Lydia Margules, subdirectora de Artes Escénicas de la UAM, dijo sentirse orgulloso de tener un voto de confianza para su trabajo, pues “representa un regalo a nuestra trayectoria el contar con un espacio con tantas bondades” que no permite el truco, la indiferencia o la simulación.

Sin duda es un reto para mantener el prestigio de este teatro que en breve tiempo se ha consolidado como un referente de la vida cultural de la colonia Roma respecto de las artes escénicas, “ya que personalidades diversas con una sólida y gran trayectoria han presentado aquí sus obras”.

Al definir al Foro Casa de la Paz como un espacio particular que exige una entrega total a la realización de una labor honesta, verdadera, auténtica y sin trucos en el amplio sentido del arte, dijo que el trabajo de un artista “debe ser significativo para la vida de la comunidad que nos da sentido”.

La compañía está comprometida para que la temporada sea exitosa, porque hay que abrir puertas para otros autores en un foro que es un espacio de importancia y trascendencia en la vida cultural de la Casa abierta al tiempo y de la Ciudad de México”.

El miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca resaltó que el paradigma de hacer danza cambió porque hace dos décadas el objetivo de estudiar la disciplina era bailar en alguna compañía con algún excelente coreógrafo, mientras que ahora el modelo se caracteriza por “el énfasis de los jóvenes en la colectividad para desarrollar sus ideas, mostrar sus propuestas y gestionar sus propios espacios”.

Ruvalcaba aseveró que la época actual es importante para la danza, “nunca habíamos estado tan apoyados con foros y espacios, hay muchas compañías, el reto ante ese panorama es “salir de la endogamia, de vernos, leernos y comentarnos nosotros mismos, y llegar al espectador, lograr que éste tenga la necesidad de ver danza y que sea importante para su mundo”.