Por: Melisa Carrillo Rojas

Autoridades de la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Gobernación, entregaron a la Asociación Religiosa Franciscana, las llaves del Templo de la Inmaculada Concepción “La Conchita” durante la fiesta de la parroquia.

En el 2008, el recinto comenzó a presentar evidencias de daños y deterioro por el paso del tiempo. Fisuras y grietas en la fachada, bóvedas y cúpula pusieron en riesgo la integridad de la estructura.

El entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes tomó en sus manos el proyecto de restauración de “La Conchita”, el cual comenzó en 2009 y concluyó este año.

Durante este tiempo se llevaron a cabo estudios de mecánica de suelo y cimentación del edificio, debido a su hundimiento. La colocación de tensores, realización de instalaciones hidro-sanitarias, red pluvial, la recuperación del atrio y la restructuración del inmueble.

Fotografía: Melisa Carrillo Rojas

Fotografía: Melisa Carrillo Rojas

Antes de comenzar los trabajos de restructuración, especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizaron una excavación arqueológica, en la que se encontraron osamentas y tiestos de la época pre colonial y época prehispánica. Estos vestigios serán analizados por la institución para obtener nuevos conocimientos sobre la historia del barrio de Coyoacán antes de la conquista.

En la conservación y restauración del templo, participó personal técnico de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura y del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, especialmente el Doctor Roberto Meli Piralla, el ingeniero Abraham Roberto Sánchez, y el difunto Dr. Enrique Santoyo Villa.

En la entrega estuvieron presentes, el arquitecto Raúl Delgado Llamas, por parte de la Secretaría de Cultura, el Fray Roberto Rosas Monroy, encargado de la Iglesia de San Juan Bautista, y el Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Roque Villanueva.

Fotografía: Melisa Carrillo Rojas

Fotografía: Melisa Carrillo Rojas

Durante el evento, el arquitecto Raúl Delgado Llamas, hizo entrega de las llaves del templo al Fray Roberto Rosas Monroy, quién agradeció a todas las personas que trabajaron en el proyecto.

“Gracias al gobierno federal en sus diferentes secretarías, la de los billetes: hacienda. Gracias también a la Secretaría de Gobernación, con esa relación que tiene con las iglesias.

“Muchas gracias a todos los que han trabajado en este hermoso proyecto”.

El padre también mencionó que “La Conchita” tiene un sentido muy valioso para los feligreses, ya que es la primera de las iglesias de la franja de Coyoacán que tienen un sentido en la historia de Jesús.

“Así como existe la iglesia de la Candelaria y de los Reyes, nada habría pasado sin la Inmaculada Concepción.”

Fotografía: Melisa Carrillo Rojas

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Por su parte, Humberto Roque Villanueva, comentó: “Aprovecho para saludar a la comunidad de los franciscanos, que seguramente son dignos herederos de aquellos primeros, que al pisar tierra americana, y particularmente México, dieron testimonio de que no solamente era la espada, sino también la cruz la que llegaba a estas tierras, y con ellas, el mensaje del evangelio”.

“La feligresía y los colonos, quienes realmente viven, disfrutan, conservan y cuidan tradiciones y circunstancias, que son los que aquí viven en el barrio de ‘La Conchita’, deben sentirse estimulados porque han sido respetadas tradiciones, construcciones y visiones.”

Coyoacán fue fundado por los toltecas y tepanecas en la época pre-colonial. Entre 1521 y 1524 fue la capital de la Nueva España. El 13 de agosto de 1521, en el día de San Hipólito, Hernán Cortés ordenó edificar una capilla de visita dedicada a la “La Conchita”, sobre un templo ceremonial prehispánico. Posteriormente se erigió el templo barroco de los siglos XVII y XVIII que conocemos ahora, sobre los restos de la antigua ermita.

El Templo de la Inmaculada concepción ésta abierto de nuevo para los feligreses de Coyoacán, y listo para celebrar la fiesta de “La Conchita”.