Por: Redacción

Reconocido en México y el extranjero, Mario Lavista es actualmente uno de los compositores más importantes de nuestro país, cuya obra, entre la que destaca su ópera Aura, ha sido interpretada por los más destacados directores y orquestas.

Nacido el 3 de abril de 1943 en la Ciudad de México, Mario Lavista ha estado acompañado de la música que, ha señalado, “para mí fue el arte a través del cual entendía el mundo, oía al mundo, entendía a las personas. Oía el rumor, digamos, de la Tierra a través de la música”.

Con una trayectoria creativa de más de 50 años, para Mario Lavista, un enamorado del piano y de la música, “la composición es una aventura del espíritu o del alma. Es una exploración que uno debe hacer internamente para expresar de una manera correcta lo que uno tiene que decir, con el lenguaje y el material adecuados”.

Sin embargo, su formación inició con el piano y fue en la adolescencia cuando descubrió el mundo de la composición, la cual estudió con Carlos Chávez y Héctor Quintanar y que complementó con Jean-Étienne Marie en la Schola Cantorum de París y seminarios sobre música nueva impartidos por Henri Pousseur.

En 1970 fundó el grupo de improvisación Quanta, interesado en la creación-interpretación simultánea y en las relaciones entre la música en vivo y la electroacústica, y en 1987 le fue concedida una beca de la Fundación Guggenheim para componer su ópera Aura.

Interesado en la exploración constante de nuevos lenguajes sonoros y nuevas técnicas interpretativas, Mario Lavista ha sido galardonado con múltiples reconocimientos, pues en 1991 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y la Medalla Mozart; en 2013, el XII Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, el más alto reconocimiento público a un compositor vivo por haber contribuido sustancialmente al enriquecimiento del acervo musical de los pueblos iberoamericanos.

Miembro de instituciones tan importantes, como la Academia de Artes y El Colegio Nacional, el compositor se ha dedicado en los últimos años a explorar las nuevas posibilidades técnicas y expresivas que ofrecen los instrumentos tradicionales.

La amplia obra de Mario Lavista incluye temas como Seis pequeñas piezas para orquesta de cuerdas, Diacronía, Quotations, Tango del adulterio, Marsias, Nocturno, Ofrenda, Lacrymosa, Cuicani, Danza isorrítmica, Natarayah, Sinfonías y Adagio religioso, todas ellas, piezas para orquesta y diversos instrumentos.

Mario Lavista también ha compuesto la música para películas, como Cabeza de Vaca, María Sabina y Mujer Espíritu, entre otras; es catedrático del Conservatorio Nacional de Música donde imparte lenguaje musical del siglo XX y es miembro emérito del Sistema Nacional de Creadores del Fonca.