Por: Redacción

Dice el poeta y activista social Javier Sicilia que la literatura “no es un divertimento, es una conciencia y un arma de dignidad”. Dice también que su más reciente obra, El deshabitado, es una novela “que no hubiera querido escribir, porque la historia que hace posible el libro no debió haber sido: no estoy contento porque esta historia, como la de cientos de miles de mexicanos y mexicanas, no debió haber ocurrido”.

El deshabitado, que fue presentado la noche de este miércoles en el Museo de la Ciudad de México, es un relato de duelo y coraje, pero también de esperanza. Se desprende del episodio terrible del asesinato de Juan Francisco, hijo del poeta, y de sus seis amigos, y testimonia también la existencia del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, fundado por Sicilia, que recorrió México y Estados Unidos con los reclamos de familiares de cientos de muertos y desaparecidos en el país.

“En medio del dolor y la desolación por el asesinato de su hijo Juan Francisco Sicilia y seis víctimas más en Cuautla, estado de Morelos, y al mismo tiempo en que encausó su indignación hacia la movilización social y la resistencia civil pacífica contra la violencia generalizada que provoca la guerra civil declarada por el gobierno mexicano y el crimen organizado, Javier Sicilia emprendió un viaje hacia el interior de sí mismo, donde encaró sus creencias, su fe en Jesucristo, su espiritualidad misma, pero también su visión del mundo, su dimensión ética e histórica”, señaló Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México, al presentar la obra.

Ese viaje, agregó, lo plasmó en la obra El deshabitado, “ejercicio narrativo a caballo entre las memorias y la novela, la confesión y el ensayo, del arco de tiempo que va del día 28 de marzo del 2011 –fecha en que el poeta recibe en Manila, Filipinas, el golpe brutal de la noticia del asesinato de su hijo— hasta finales de 2012, cuando Javier Sicilia decide, tras más de un año de movilizaciones y debates públicos con los poderes del Estado, hacer un alto en el camino”.

Escrito en tercera persona, Sicilia “asume en toda su dimensión trágica la falta de una palabra en lengua española que pueda definir la condición del padre que ha perdido a su hijo… Ha renunciado a escribir poesía porque la palabra ha sido envilecida por el crimen, pero no ha renunciado a ser poeta, es decir, a ver la vida como palabra encarnada y a la palabra como carne viva”, profundizó Vázquez Martín.

El deshabitado, dijo el Secretario de Cultura de la Ciudad, es un libro que no puede llamarse cómodamente novela porque la realidad y el testimonio están dictados en cada renglón. “Es más bien la crónica de una de las luchas sociales más desgarradoras de nuestro violento tiempo mexicano: la de las víctimas, la de los familiares de los muertos y desaparecidos que buscan a sus seres amados en morgues, fosas comunes, tiraderos de basura, terrenos baldíos…”.

Es, además, un llamado al diálogo a la construcción de comunidad. “Su voz aún en el desierto, sigue llamando a la reconstrucción de la comunidad, sabe que nadie le dará sentido a nuestra existencia si no nos hacemos responsables de la misma y actuamos en consecuencia, por eso, a pesar de su indignación, de su cólera frente al crimen, Javier Sicilia sigue concibiendo la paz”, apuntó también Eduardo Vázquez.

En la presentación del libro, a la que acudieron decenas de integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, entre ellos Doña Mary, quien tiene desaparecidos a sus cuatro hijos, Javier Sicilia comentó: “Vivimos un mundo que ha corrompido hasta el lenguaje y cuando eso pasa las sociedades se prostituyen. La lucha de los escritores y de los editores es volver a darle sentido a este mundo, para que vuelva a ser habitado por la palabra”.

En este momento, añadió, “en que nos reunimos en torno a la palabra, alguien está siendo asesinado, torturado o desaparecido en este país y no podemos seguirlo permitiendo. Este libro que habla de tragedia y dignidad sirve para decir no: no podemos acostumbrarnos a esto. Ese es el gran desafío que tenemos delante”, concluyó Sicilia.

Por su parte, Ricardo Cayuela, de la editorial Grijalbo, firma que publica la novela, dijo que El deshabitado “es uno de los libros más estremecedores y difíciles que me ha tocado leer”, al tiempo que expresó su admiración por Javier Sicilia, pues el movimiento fundado por él “es uno de los gestos morales de mayor trascendencia en la historia del país: nos mostró el horror y nos enseñó a pelear por justicia y dignidad”.

Finalmente, Alejandro Pérez, redactor de política de la revista Proceso y editor del libro, apuntó que la novela “conjunta al menos la visión del escritor, la del activista social y la del poeta que vivió el asesinato de su hijo”. Es un libro largo, añadió, de 525 páginas, “pero breve si se atiene a las decenas de miles de voces que tendrían cabida en ella, pues esta obra habla por todas la víctimas y sus familiares de este país. Es un lamento y también una esperanza de que algo se puede hacer”.

En el acto también estuvo presente el escritor José María Espinasa, director del Museo de la Ciudad de México, Andrés Ramírez, Director Literario de Penguin Random House-Grijalbo y miembros del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.