Por: Redacción/

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), estrenan dos videodanzas de la coreógrafa y bailarina venezolana Irina Marcano, integrante de la Compañía Nacional de Danza, proyecto que surge a partir del trabajo a distancia con 12 bailarines del 5º elenco del Ceprodac.

Las obras Distorsión y Paramorfosis pueden verse en la plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx, sección Video, y en el canal oficial de YouTube del INBAL, el lunes 10 y el martes 11 de agosto a las 16:00 horas, como parte de las actividades artísticas que se realizan en el marco de la campaña “Contigo en la distancia”.

Durante la realización de la videodanza Distorsión, surgió el proyecto Paramorfosis, videodanza explicativa del proceso que significó la creación a distancia. La intención era generar acercamientos artísticos que sacaran de la zona de confort a todos los involucrados y promover el diálogo interinstitucional.

Para la coreógrafa, esto implicó concebir la obra desde su inicio y pensar en cómo sería grabada y editada, cómo se verían los movimientos en la bidimensionalidad de la pantalla y cómo se podría crear conjuntamente con los bailarines para que, cada uno en sus casas, pudiera ejecutar, grabar y hasta producir espacios alternativos y que el resultado estuviera dentro del planteamiento artístico y en comunión visual.

Este ejercicio de dancístico, que terminó convirtiéndose en dos videos relacionados entre sí, crea un pasaje surrealista a partir de las vivencias que se han generado en cada uno de los bailarines durante el confinamiento. El proceso de creación incluyó un personaje denominado “Persona X”, el cual habitan todos los intérpretes basados en la distorsión y pérdida de la identidad social para generar transformaciones de las realidades de cada uno de ellos.

En Paramorfosis se observan seres sedentarios y enclaustrados. Elementos de origen semejante abandonan su individualidad para crear un todo a partir de una distorsión. Uno se reconoce en el otro, en ese encuentro fugaz y fugitivo que comparte una columna y se desdobla en las ventanas de las posibilidades.

Distorsión es un reconocimiento interno compartido, que cobra vida a través del movimiento y las posibilidades creativas. Son rostros que se ocultan y se dejan ver al mismo tiempo en ese profundo abismo del pensamiento.

La coreógrafa venezolana Irina Marcano forma parte del cuerpo de baile de la Compañía Nacional de Danza desde 2012. Para esta agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) ha creado la obra infantil Blancanieves, en 2016 y Milano, en 2019.