Por: Melisa Carrillo

El día de ayer se celebró en el Teatro del Pueblo el 14 Festival del Tambor y las Culturas Africanas, con el objetivo de reconocer y enaltecer al aporte cultural de África en el mundo.

El evento se realizó en el marco del Encuentro de las Culturas y el Decenio Internacional de las Personas Afrodescendientes, con la colaboración de la Secretaria de Cultura y Educación, y la Embajada de África en México.

Durante el concierto, diversas agrupaciones mexicanas interpretaron ritmos africanos, así como ritmos que fueron influenciados por la música africana, como los ritmos ecuatorianos, panameños, cubanos, jamaiquinos y mexicanos, interpretados por más de cinco percusiones.

El evento arrancó con la interpretación del grupo Chaac, bajo la dirección del maestro David López, combinó percusiones con instrumentos de viento y cascabeles de caracol para interpretar la pieza “Corazón de Fuego”, una obra compuesta por López e influenciada por ritmos prehispánicos.

López basó está pieza en las descripciones que hicieron los conquistadores españoles de los rituales novohispanos, y comentó la similitud que existe entre los ritmos africanos y los prehispánicos, debido a la utilización de instrumentos similares, y el hecho de que su música compartía las mismas funciones sociales.

Además de Chaac, los grupos Afromovimiento y Moonfare Dun Dun Djeli, Xerikó, Ndjira, la Unión Africana, y el grupo Babou Diebate, acompañados de Kayra Silaba, se encargaron de poner ritmo al evento, así como el grupo dancístico Danza Portando, que a través de movimientos corporales recreó la historia de la unión entre una madre y su hijo por medio de un rebozo, en un tradicional baile de canguro.

Karina Miranda, fundadora de la agrupación dancística, recordó que este baile originalmente africano ayuda a fortalecer la relación madre-hijo en las culturas afrodescendientes donde se ha esparcido.

En el festival también se ofrecieron diversas muestras gastronómicas y artesanales provenientes de los países afrodescendientes, así como la vendimia de objetos importados de países como Costa de Marfil, Camerún, Egipto y Nigeria, cargados de simbolismos y significados culturales, como tótems, máscaras e instrumentos rituales.