Por: Redacción 

Con la dirección del maestro Aquiles Morales García, el Coro de la Ciudad de México se presentó en el Museo José Luis Cuevas este sábado 10 de diciembre para unirse a las fiestas navideñas a través de interpretaciones que variaron en estilo y época, pues el público escuchó composiciones de distintos momentos históricos y géneros musicales.

Durante el concierto destacó la interpretación de Navidad nuestra, composición del argentino Ariel Ramírez (1921-2010) y pieza principal del concierto impulsado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, que además se convirtió en la última presentación del Coro capitalino este 2016, después de haber regalado su voz en 25 ocasiones en diferentes recintos.

Navidad nuestra se compone de seis momentos musicales distintos: “La anunciación”, “La peregrinación”, “El nacimiento”, “Los pastores”, “Los reyes magos” y “La huida”, que en conjunto cuentan la historia de la llegada al mundo del Niño Jesús con todos los acontecimientos que lo acompañaron, según la tradición cristiana.

“Para este concierto musical lo que hicimos fue conformar un bloque de canciones navideñas para estar acorde a la época. Lo que intentamos durante este 2016 es seguir una línea temática para cada presentación, aunque sin abandonar el estilo tradicional y mexicano del grupo”, dijo el maestro Aquiles Morales, quien desde hace dos años dirige a la agrupación, en entrevista al término de la presentación.

El Coro de la Ciudad de México, fundado en 1961 y conformado por 25 integrantes, revivió obras clásicas como Hallelujah de El Mesías y Joy to the World, ambas del músico alemán George Friedrich Händel (1685-1759), así como O Magnum Mysterium del francés Francis Poulenc (1899-1963).

En el evento destacó también la participación del bajo Pedro Sierra Quintana, quien interpretó What a Wonderful World, canción escrita por George Weiss y Bob Thiele, e interpretada en la década de los 60 por el reconocido jazzista Louis Armstrong. La adaptación de esta pieza por parte del Coro de la Ciudad corrió a cargo del arreglista José Luis Sosa.

“En este coro contamos con personas muy capacitadas, que incluso ya han estado en la escena musical por más de 30 años. Cada vez que hacemos los repertorios de las presentaciones pensamos en esa voces tan potentes que tenemos y cómo explotarlas, porque en realidad esto es un trabajo en conjunto”, explicó el director Aquiles Morales, quien además de destacar el trabajo del bajo Pedro Sierra Quintana alabó la interpretación de la mezzosoprano Marcela Robles y Teresa Jasso, quienes prestaron su voz para cantar Joy to The World.

Con presentaciones especiales en la Feria de las Culturas Amigas y la inauguración de la pista de hielo en el Zócalo capitalino durante este 2016, el Coro de la Ciudad de México no se olvidó de los clásicos villancicos y presentó al público su versión de Pero mira cómo beben, además de la canción contemporánea Ubi Caritas del noruego Ola Gjeilo (1978) y Mensaje de ángeles, tradicional francesa.

“Cerramos este 2016 muy bien. Creo que fue otro año con muchas experiencias positivas y en el que recorrimos varios escenarios como el Museo de la Ciudad de México y el Museo del Carmen. Como siempre, el año lo empezamos con ópera y a la mitad del año incursionamos en la música mexicana”, señaló el maestro Aquiles Morales.

Aseguró que ya están planeando las presentaciones para el 2017 como cada fin de año: “Seguramente volveremos a iniciar con ópera, aunque aún no hay fecha y lugar”.

El Coro de la Ciudad de México, con más de 50 años de tradición, concluyó sus actividades en el Museo José Luis Cuevas entre el aplauso de un público variado, que llenó las instalaciones del lugar. Con 25 conciertos realizados durante el 2016, la agrupación capitalina presentó un repertorio variado en género y épocas musicales, con lo que demostró la destreza de sus integrantes y la versatilidad de su director para dirigir a uno de los grupos artísticos más importantes de la ciudad.