Por: Mugs Redacción

El diseño, el color y los mensajes sociales llenos de simbología abstracta y complejidad de la obra de Carlos Mérida se congregaron en la Galería del sur de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En la inauguración de Carlos Mérida: forma y color convertido en poesía, el maestro René Avilés Fabila, coordinador de Extensión Universitaria de esa sede académica, refirió que se trata de una exposición significativa que puede entenderse desde una avanzada geometría en la que se observa la diferencia del estilo narrativo y figurativo.

El trabajo expuesto resultó de un proceso de euforia creativa revolucionaria, ya que el pintor y escultor formó parte importante del movimiento muralista de México.

Las salas Leopoldo Méndez y Gilberto Aceves Navarro de la Unidad Xochimilco presentan obra del artista plástico guatemalteco, en una muestra que reúne piezas de gran colorido y magia que emanan de sus antepasados mesoamericanos y de cuya herencia el pintor nacionalizado mexicano se sentía orgulloso.

Avilés Fabila recordó que las grandes inquietudes de Mérida lo llevaron a incursionar también en la danza, la literatura y la antropología. Tampoco se pueden dejar de lado su colaboración con el dibujante Manuel Gamio y su vinculación con el surrealismo, a partir de Picasso, Kandinsky, Miró y Klee.

Esa relación la pudo forjar gracias a que residió en París desde muy joven y se relacionó con Modigliani y Picasso; después continuó su trabajo en México al lado de Diego Rivera y más tarde incursionaría en otras corrientes artísticas.

El escritor y académico de la Unidad Xochimilco reconoció que sin el trabajo de Mérida sería imposible imaginar la llamada Generación de la Ruptura, mientras que la belleza de sus obras en vitrales, murales, esculturas, tapetes, cuadros de caballete resulta ejemplar, inquietante y perfecta.

Uno de sus trabajos más destacados fue el que realizó en el Multifamiliar Juárez y que resultó destruido parcialmente durante el terremoto de 1985; esa obra reunía los mensajes más completos del autor por su valor social y artístico.

Otros trabajos se encuentran en manos de coleccionistas, museos y el trozo de un muro –perteneciente a una empresa automovilística que fue destruida– colocado en terrenos de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En la inauguración de la exposición, que permanecerá abierta hasta el 27 de enero, estuvieron presentes también el embajador de Guatemala en México, Salvador Duarte Ortiz, y la nieta del artista Cristina Nabar Mérida.