Por: Ximena Islas

En 2013 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reportó que la escultura ecuestre del rey Carlos IV, mejor conocida como El caballito, sufrió, a causa de una intervención fallida y de la que el INAH no tuvo conocimiento ni autorizó, daños irreversibles en un 50 por ciento de su superficie.

Tres años después, la directora del instituto, Teresa Franco, asegura que a pesar de la denuncia, aún se desconoce qué autoridad permitió una intervención incorrecta a la creación de Manuel Tolsá.

“Definitivamente esa es una información que el instituto no posee, la información de la que disponemos es la que está en el expediente, la cual es consultable públicamente, lo que sí les aclaro que se actuó sin el consentimiento del INAH”, aseveró la directora.

Al respecto, Liliana Giorguli (Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural) y Mariano Leyva (Director General del Fideicomiso Centro Histórico de la Ciudad de México) dieron a conocer los detalles del proyecto Diagnóstico e Intervención para la Conservación y Restauración de la Escultura Ecuestre de Carlos IV y su Pedestal, el cual tiene contemplada la realización de su primera etapa en un periodo de tres meses (de julio a septiembre del presente año), procedimiento que consistirá en el análisis de la escultura, evaluación del estrategias y tratamientos de conservación y restauración para que de ese modo se puede diseñar una metodología de trabajo ordenada, de calidad y, sobre todo, transparente de proceder con la restauración.

Por su parte, Giroguli reveló las condiciones en las que se ha recibido El caballito, asimismo, reconoció que es indispensable trabajar en la obra ubicada frente al Museo Nacional de Arte, “la pieza presenta manchas y escurrimientos, incluyendo lo que se deriva de las intervenciones de 2013, pérdida de la pátina y componentes de aleación, corrosiones en su superficie y tenemos los elementos que se le han depositado en sus más de 200 años de existencia, no sólo en la escultura, también en su pedestal, presenta también las alteraciones propias del tiempo como fisuras y exfoliación de la piedra, como alteraciones manifiestas de la incorrecto proceso de 2013”, agregó que es muy importante que el patrimonio cultural siempre se ponga en manos de los profesionales que se encargan de ello.

“El objetivo principal que tenemos con este trabajo es lograr una restauración pero primero debemos asegurar una estabilidad de sus cualidades estéticas, históricas, sociales y todo esto se desarrollará bajo acciones de investigación, procedimientos metodológicos y rigurosos que nos permitan abundar en la información de los materiales constitutivos, en la determinación de su estado de conservación para así obtener un diagnostico que dé paso a la recuperación en todo sentido de este monumento” enfatizó sobre el propósito de las dos etapas conjuntas.

Cabe resaltar, que por el momento aún no se tiene establecida la fecha iniciará la segunda parte ni el costo que significará, “hasta que no tengamos los resultados de la primera fase, no podemos hablar de costos ni fechas, hay varias cifras pero sería irresponsable de mi parte decir algo que puede cambiar” dijo Leyva, a lo que agregó que el INAH ya recibió dos millones de pesos para llevar a cabo la primera parte del trabajo.

“El convenio establece que el gobierno de la Ciudad de México, a través del Fideicomiso del Centro Histórico, es quien va a costear la restauración del caballito”, precisó que si se necesitaran más recursos la solicitud se debe hacer con el fideicomiso, además aseguró que el asunto de restauración no quedo estático durante tres años pues en ese tiempo se planifico el proyecto que hoy presentan.

Por otro lado, Teresa Franco, opinó que el incidente de 2013 les ha dado la oportunidad de reflexionar sobre los cuidados y mantenimientos que requieren los monumentos de México, “lo importante es que vayamos teniendo políticas de mantenimiento, toda pieza requiere su conservación permanente, el caballito se quedará aquí y todo lo relacionado con su mantenimiento corresponde a las autoridades del gobierno de la Ciudad de México, pero estaremos acompañando”, concluyó la directora del INAH