Por: Ramón Aguilera

Los Cowboys de Dallas han sorprendido a propios y extraños con su marca de 5-1… Sin Tony Romo. En especial porque lo han logrado con su dueto de novatos, QB Dak Prescott y RB Ezekiel Elliott, quienes le dan dividendos a un sólido draft del equipo luego de una temporada 2015 para el olvido.

Sin embargo, los focos siguen atendidos en Tony Romo, pues mientras muchos sueñan con que Dak es el hombre que debe quedarse con el equipo, otros piden el retorno de Ramiro cuando esté sano a los controles.

Lo que la crítica general no toma en cuenta, es que no se trata de Romo ni Prescott; incluso, ni directamente de Elliott, sino de una maravillosa línea ofensiva… sí, la mejor de la NFL, que le ha permitido al equipo dominar por tierra a cualquier equipo.

Las miradas se enfocaron el domingo en si Dak se ‘graduaba’ en Green Bay ante los Packers y Aaron Rodgers; y aunque lo hizo, su éxito fue gracias a las 157 yardas de ‘Zeke’ quien es el ‘caballito de batalla’ del equipo.

Pero su éxito, de más de 700 yardas en la temporada y el segundo mejor registro de la historia para seis duelos de una temporada, tiene como premisa lo hecho por los cinco frontales de Dallas, que no permiten que toquen a Prescott y que le dan huecos por doquier a Elliot.

Lejos de qué equipo será Dallas con Romo y si pueden o no llegar más lejos con Dak, la respuesta del éxito es, ha sido y seguirá siendo lo que su línea ofensiva les dé. LT Tyron Smith, LG Ronald Leary, C Travis Frederick, RG Zack Martin y RT Doug Free son los ‘5 Vaqueros’, a quienes nadie les da el reconocimiento, pero están dando la potencia a un equipo que se veía con problemas.

No. El análisis no es tan simple como si Prescott o Romo llevan al Super Bowl a Dallas; sino lo mucho que Elliott, al más puro estilo de Emmith Smith en los 90, pueda aprovechar de la mejor línea ofensiva de la NFL y lo que su defensiva siga produciendo. De ahí, el cielo es el límite para los ‘Vaqueros’.